"Después de sistemáticamente saquear la Tesorería, en un increíble derroche de evasiones fiscales, sobornos y contabilidad creativa… los griegos pueden estar seguros que no pueden confiar en los griegos". Así comienza un artículo de Michael Lewis titulado "Cuidado con los griegos que traen bonos", VANITY FAIR octubre 2010.
El artículo relata como en plena Comunidad Europea, en Grecia, un gobierno nuevo descubre en octubre del 2009 que el déficit fiscal que para ese año se reportaba como de 3.7 por ciento, en realidad se ubicaba en un 14%... y que la deuda pública era simplemente una inmanejable monstruosidad de unos 400 billones de dólares lo que unido a las obligaciones públicas de pensiones por 800 billones de dólares, representaban más de un cuarto de millón de dólares de deuda por cada trabajador griego.
¿Qué pasará en Grecia? Estoy seguro que lo inmanejable siempre termina convirtiéndose, tras unas cuantas lágrimas, en una realidad algo más manejable. En estos momentos las pesadillas griegas se han pospuesto con asistencias crediticias por unos 145 billones de dólares ofrecidas por el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional a ese pequeñísimo país de solo 11 millones de habitantes… ¡más de 13.000 dólares por griego!
Viendo lo ocurrido en Grecia es perfectamente factible pensar en la posibilidad que nuestro país esté igualmente de quebrado y que estemos andando quemando los pocos gases que aún quedan, como igual es perfectamente posible que ni una cifra de las que esté dando el Banco Central sean ciertamente ciertas. Es más, el pensar que tales cosas horribles sean imposibles, constituye justamente el primer requisito para que puedan ser realidad.
Viendo lo ocurrido en Grecia no es de sorprenderse cuando, sin previo aviso, así de repente, después de más de 50 años de su revolución, en Cuba anuncian que la mitad de los empleados públicos, unas 500.000 personas deberán buscar emplearse en actividades privadas, las que por supuesto deben ser gravables. ¿Qué hace un funcionario público viejito cuando el rojo-rojito no vale na?
En tal sentido lo que Grecia sin duda demuestra es que lo mas importante en un sistema de gobierno es maximizar la vigilancia de nuestros gobernantes, lo que solo lograremos instaurando una verdadera dudocracia que dude de todos sus actos.
En tal sentido, como un verdadero dudócrata, les aseguro que para el momento que un candidato que yo apoye logre llegar a la presidencia de la República, lo primero que haría en las elecciones parlamentarias siguientes es votar por alguien que se le opone... así sea este un rojo-rojito.
Es más el día siguiente de haber quedado elegidos los parlamentarios por los cuales pudiésemos haber votado, todos debemos convertirnos en sus mas dedicados opositores.
Lo que Grecia claramente demuestra es que un abstencionismo no alcanza para nada y que resulta imperativo jugarle activamente y continuamente la contraria a nuestros gobiernos, para así buscar minimizar los sufrimientos a los cuales de toda manera estaremos expuestos. Y en Venezuela esto es de especial y vital importancia mientras no logremos quitarles a nuestros gobiernos el manejo de nuestras resultas petrolera.
Además, que nunca se nos olvide la muy sabia recomendación de Mark Twain: "Los políticos y los pañales deben cambiarse con frecuencia… por la misma razón". ¡Que viva la dudocracia!