septiembre 23, 2010

¡Requete-dependientes!

Independencia es, ante nada, ser libre de la dependencia y los venezolanos no lo somos. No solo por cuanto nuestra economía se debe más a lo que extrae del subsuelo que de lo que se extrae de nuestro esfuerzo, sino que además, como ciudadanos, dependemos más de cómo al cacique de turno se le antoje usar lo extraído. 
Es más la mayoría de nuestros dirigentes, de no existir el petróleo, y de no estar en las buenas con un cacique, probablemente se ganarían más respetablemente su vida como limpiabotas en alguna plaza pública. 
Participar y ser participados no es lo mismo. Participar es que nos den nuestra parte de las resultas petroleras y decidamos que hacer con ellas, ser participados es que nos digan que debamos agradecer una cédula del buen vivir que nos da el derecho de adquirir financiado en cómodas cuotas un mulinexillo chino (amarillento todos) o un osteraizillo beloruso (grisáceo todos) que son los que al cacique le gusta, y de los cuales un ayudante se haya redondear… en la única tienda debidamente autorizada para vendernos cosas en el campo de nuestra única Criolla Petroleum Corporation. 
Les confieso que de repente le tengo envidia a quienes quedarán elegidos para la Asamblea el 26, no para hacer lo que probablemente la mayoría de ellos harán, lo cual es discutir quien lo puede hacer mejor… sino para fastidiarlos hasta donde ya no me aguanten con la inocente pregunta… ¿si no los entiendo mal, lo que ustedes nos quieren decir es que saben más de lo que le conviene al pueblo venezolano que lo que sabe el pueblo venezolano? … para luego protestar su arrogancia implícita y exigir que por cada gasto central o descentralizado de las resultas petroleras, le sea entregadas un porcentaje cada vez mayor a los ciudadanos… en efectivo. 
Les confieso que de repente le tengo envidia a quienes quedarán elegidos para la Asamblea el 26, no para hacer lo que probablemente la mayoría de ellos harán, lo cual es hablar sobre los favores que hacen, sino para recordarles lo que le roban a otros legislando sus favores políticos. 
Les confieso que de repente le tengo envidia a quienes quedarán elegidos para la Asamblea el 26, no para hacer lo que probablemente la mayoría de ellos harán, lo cual es hablar sobre los ingresos, sino para recordarles los egresos botados y que botaran por el basurero de la historia. 
Les confieso que de repente le tengo envidia a quienes quedarán elegidos para la Asamblea el 26, no para hacer lo que probablemente la mayoría de ellos harán, lo cual es hablar sólo sobre él mañana, sino para recordarles que lo legislado anteriormente por una Asamblea absolutamente ilegitima elegida por una mínima parte de la población y compuesta, en un país notoriamente polarizado, por 167 parlamentarios elegidos de un lado y cero del otro… no tiene ni la más mínima validez, como tampoco lo tienen todos las autorizaciones entregadas al Cacique Ejecutivo para que regale, endeude, o hasta hipoteque lo que en la Constitución está explícitamente prohibido hipotecar. 
Les confieso que de repente le tengo envidia a quienes quedarán elegidos para la Asamblea el 26, no para hacer lo que probablemente la mayoría de ellos harán, cursilerear sobre independencia y soberanía, sino para recordarles lo pobremente requeté-dependientes que de verdad somos, muy especialmente cuando el cacique de turno también depende de otro cacique caribeño.