junio 28, 2012

Bienintencionados vs. Aprovechavistas

La semana pasada, en mi "8 de octubre... ¡La mañana siguiente!", sugiriendo un comité que planificase cómo celebrar el triunfo de Henrique Capriles, también escribí: "Y ese comité debería establecer el mayor número de contactos con aquellos oficialistas igualmente interesados en la paz y el orden, y quienes en verdad podrían albergar los mismos temores, de ser ellos quienes triunfasen en las elecciones". Por los tanteos que recibí de oficialistas, sé que debo ahondar en ello. 
El chavismo básicamente se divide en dos grupos, los bien intencionados y los aprovechavistas, aun cuando por supuesto, como en todo grupo, siempre existen unos cuantos no-intencionados, que solo buscan fiestas pa-echar-lavativa. 
Y es justamente los chavistas bienintencionados los que ahora se rompen el coco pensando en cómo el día cuando su pégalo-todo se ausente, habrán de asegurarse que los aprovechavistas no les roben todita su revolución... puesto que ya bastante daño le han hecho al país, y a su movimiento, aun en presencia del jefe. En otras palabras, presentí su preocupación de... "¿al triunfar, cómo enfrentarnos, al mes siguiente, a los aprovechavistas, pelo a pelo, sin nuestro líder?... parece imposible lograrlo, sin la ayuda de la oposición". 
En otras palabras, sí hay base para creer en un comité de celebración de los resultados electorales en el que estén presentes tanto los de la oposición como los chavistas bienintencionados. Por ejemplo, uno de los tópicos podría ser el cómo asegurarse que por lo menos los más corruptos y descarados de los aprovechavistas sean castigados. 
En la semana presencié una conferencia sobre cómo recuperar internacionalmente activos robados por corruptos, la cual contaba con presencia de autoridades, banqueros y organizaciones civiles como Transparencia Internacional. Ahí, varias veces se mencionó: para los banqueros, sobre la importancia de ellos conocer bien a sus clientes y, para los denunciantes, sobre la importancia de hacer las denuncias de manera rápida y creíble. Se habló también justamente del problema de la limpieza de cuentas y borradas de evidencias que ocurren durante el periodo de transición de un gobierno a otro. 
Al final de la conferencia les comenté a unos participantes... "Eso de lo del banquero conocer bien a sus clientes me suena como algo bastante iluso. ¿No creen ustedes que sería importante por ejemplo que exista una Lista Nacional de los 100 más sospechados por la Sociedad Civil de estar involucrados en una apropiación indebida?". Los banqueros tendrían así por lo menos así una base para manejar con mayor cuidado algunas cuentas, y, por lo menos en esos casos, no podrían respondernos con sus habituales "cómo habrían ellos de saberlo". 
La respuesta fue ¡SÍ!, aun cuando por supuesto algunos abogados expresaron la necesidad que esa lista claramente indicase sólo la existencia de sospechas y no estuviese culpando a nadie sin tener pruebas. De repente esa Lista de 100 Sospechosos Aprovechavistas, conformada de manera creíble por la comisión de celebración de los resultados electorales, podría ser la mejor manera de celebrar, el 8 de octubre, el resultado, cualquiera que fuese. 
Lo que sí sé es que la sola posibilidad de llegar a estar en esa lista de sospechosos, nos facilitaría a todos los bienintencionados, los de lado y lado, la tarea continua de defendernos contra los tantos aprovechadores que existen, de lado y lado. En fin, una lista de enemigos comunes puede unir, y bastante.

junio 21, 2012

8 de octubre… ¡La mañana siguiente!

Lo que el país más teme es la violencia de anarquía desatada, por lo que no hay límites en los esfuerzos que se necesitan para asegurarle a la población que eso no ocurrirá. Lograr convencerla de eso y luego lograr una transición ordenada, producirá dividendos extraordinarios. 
En tal sentido, el 8 de octubre ¡La mañana siguiente! hay que estar preparado para asegurar que la celebración del triunfo de Henrique Capriles, desde un principio conduzca a la construcción de la patria, y a parar su vergonzosa destrucción. 
En otras palabras debería conformarse un Comité de Celebración, desde ya, que busque iniciar muy tempranito la mañana siguiente, un ordenado proceso de recolección de basura que evite una viral embasurada del país. 
Y ese comité debería establecer el mayor número de contactos con aquellos oficialistas igualmente interesados en la paz y el orden, y quienes en verdad podrían albergar los mismos temores, de ser ellos quienes triunfasen en las elecciones. Una amplia participación en el Comité de Celebración ayudará asegurar su máxima credibilidad y eficacia. 
Y la mañana siguiente hay que comenzar urgentemente con poner orden en la casa de nuestra petrolera, en mi opinión separando lo que es indispensable para el negocio primario en una Pdvsa II, y dejar lo restante en Pdvsa I, para su subsecuente limpieza. En este caso la colaboración tanto de los petroleros anteriores como de los actuales es indispensable. 
Y la mañana siguiente hay que establecer una Comisión que evalúe la legitimidad de toda la deuda pública venezolana. No solo para conocer la situación exacta de nuestro endeudamiento pero también para protestar, como odiosa e impagable, cualquier deuda ilegítima. 
Y la mañana siguiente hay que enviar un mensaje al mundo dirigido a frenar en seco toda retirada o debilitamiento de la voz de Venezuela en foros internacionales, como en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entes con los cuales siempre es posible mantener diferencias, pero que no se abandonan por cuanto siguen estando entre los foros más importantes de conversación global. 
Y la mañana siguiente, como por lo menos ya la oposición lo ha anunciado, hay que buscar permitir las operaciones cambiarias en el mercado paralelo, para así iniciar el desmantelamiento de un sistema cambiario abusivo, que ante nada abusa de los más débiles. 
Y la mañana siguiente, hay que abrir un proceso para asegurar que en todos los órganos públicos de importancia, lo más pronto como sea posible, exista una representación de todos los sectores, tanto de los victoriosos como de los derrotados. 
Y la mañana siguiente hay que iniciar, urgentemente, con la decidida cooperación de todos los venezolanos, la batalla contra la inseguridad, en todos los sentidos. Si hemos de enfrentar problemas económicos serios a causa de una caída en los precios petroleros, lo que no podemos permitir es que la economía criminal y bandolera sea la que tenga las mejores perspectivas de crecimiento. 
Y la mañana siguiente hay que abrazar, consolar e insuflarle fe a los desesperados... esos pobres que invirtieron sus últimas esperanzas en el cacique de turno y que sin duda se sentirán completamente vaciados por dentro. 
Y para lo que hay que hacer la mañana siguiente, estoy seguro que también hay muchas otras propuestas más calificadas que las mías... por lo menos eso espero y por eso ruego. Nuestras necesidades son ilimitadas, nuestros recursos, solo nosotros mismos. 

junio 07, 2012

Si yo fuese militar

Si yo fuese militar, amante de mi patria… me tendrían metido de lleno revisando el proceso electoral por cuanto, llegado octubre, lo único sobre lo cual estaría seguro es sobre la necesidad de seguir la voz del pueblo y en tal sentido necesitaría asegurarme, totalmente, que esa voz no fuese una voz alterada. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… estaría cuidando pozos y preguntándoles a expertos petroleros, rojos rojitos y azules azulitos, sobre cómo asegurar que, pase lo que pase, pueda estar extrayendo y vendiendo petróleo, para que mi pueblo, en caso de emergencia, no se muera de hambre. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… estaría planificando cómo evitar que se desborde la anarquía interesada… aquella que celebra, con bombos y platillos, que venezolanos asesinen a venezolanos. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… estaría analizando alianzas estratégicas que me permita ayudar a combatir a los malandros, y a quienes les pueda convenir, o hasta divertir, sumir el país en el más profundo caos. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… ordenaría a los responsables de haber aumentado nuestra dependencia del petróleo a los niveles actuales, pasar la vergüenza de marchar desnudos por Los Próceres, por haber desnudado al país. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria…estaría exigiendo el inmediato aumento en el precio de la gasolina por cuanto una buena economía es parte de una buena defensa, y no se construye una sólida economía, sobre la base de sinvergüencerías. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria…no estaría aceptando calladito el deterioro del servicio eléctrico y otros servicios públicos, ya que estos forman parte de la defensa de mi nación. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… andaría buscando como traidores a quienes han permitido erosionar tanto el autosostenimiento alimentario de la nación. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria…estaría perfectamente claro en que actualmente los campos de batalla más peligrosos para la nación, no son los militares. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria…me daría pena defender unas fronteras de un país que no logra defender sus propias calles, para que sus ciudadanos las puedan recorrer en tranquilidad. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… no aceptaría que se les regale tantos recursos a otros países sin mayores justificativos para la nación, o se malgasten unos 245 millones de dólares financiándole los sueños a un corredor y un equipo de Fórmula Uno. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… exigiría estar informado con toda exactitud sobre la salud del presidente, así sea por el mínimo respeto que me merezco, como militar y como venezolano. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… me daría tanta pena que se me ordene actuar de payaso, en tantas ocasiones. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… entendería muy bien que la defensa del territorio nacional comienza con la defensa del terruño propio, privado. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… sabría que el honor verdadero se gana y no se compra. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… odiaría a quienes vestidos de militares no hacen sino desamar y desarmar a la patria. 
Si yo fuese militar, amante de mi patria… estaría perfectamente claro sobre cuál patria es la mía. 
Ahora, si no fuese yo un militar auténtico, sino solo un militar disfrazado, no amante de mi patria, sino sólo amante de mis propios intereses, estaría también metido en el negocio patriotero de explotar la patria… por donde sea.