septiembre 20, 2012

Si hay fraude, que sea un mega-fraude

Yo siempre me sorprendo como quienes más dicen preocuparse por el ambiente, frecuentemente son los más dispuestos a malgastar escasos recursos en salvar el ambiente, cuando deberían ser los más interesados en que los recursos que nos son escasos, se inviertan de la manera más eficiente posible en tal tarea.
De la misma manera siempre me sorprende como quienes más dicen "saber" que se cometerá un fraude electoral, pregonan el no votar, promoviendo así la posibilidad de una victoria electoral oficialista sin fraude. ¡NO! Si es que habrá fraude, que no les alcance con resucitar unos pocos muertos para que voten por ahí en Sabaneta, sino que tengan que cometer un fraude de una magnitud tan grande que se les dificulte ocultar.
Hace pocas semanas la Comisión de Valores de Estados Unidos, SEC, anuncio el primer pago de un nuevo programa para recompensar a las personas que le proveen de evidencias sobre fraudes.
"El programa de los denunciantes ya se está convirtiendo en un éxito... Estamos recibiendo pistas de alta calidad que le están salvando a nuestros investigadores mucho tiempo y recursos" declaró Mary L. Schapiro, la máxima autoridad del SEC.
Y otro vocero afirmó: "El ganador del premio proporcionó documentos y otra información importante que permite la investigación de SEC seguir avanzando a un ritmo acelerado y así prevenir que el fraude atrape nuevas víctimas".
En vista de lo anterior, se me ocurre que al actual hacendado de la república petrolera de Venezuela, y quien supongo no quisiera ver su nombre o su gestión "revolucionaria" empañada por descubrirse un fraude electoral gigantesco y que pueda haber sido promovido tras su espalda por quienes por amor lo quieren ayudar, le convendría mucho instaurar este tipo de plan de recompensa.
Imagínense que se designe un tribunal internacional independiente, a toda prueba de credibilidad política, y en éste se depositase 50 millones de dólares para recompensar a quienes presenten pruebas exhaustivas de estarse cometiendo, o haberse cometido, un fraude electoral de suficiente importancia como para alterar los resultados. Claro está, tampoco queremos que unos pocos muertos resucitados votando por ahí en Sabaneta, llegasen a empañar la legitimidad de la democracia venezolana... y mucho menos tener que pagar 50 millones de dólares por ese dato.
¿No creen que con eso se le callaría bastante la boca a los tantos dudosos que con o sin razón merodean por ahí? ¿Por cierto, qué dice el CNE? ¿Se atreve a confiar en sí mismo?
En las circunstancias actuales, o mejor dicho, siempre, la credibilidad del proceso electoral en Venezuela vale más que unos millones de dólares que habría que pagar si hay denunciantes cuyas denuncias salvasen al proceso electoral de un malvado fraude o por lo menos lo desnudasen.
Es más la existencia de un fondo de investigación de procesos electorales a nivel continental creo que le daría más tranquilidad a todos los que son electos de verdad, de poder sentarse a conversar con otros electos de verdad, y no con unos simples tramposos.
Ya sé lo que me van a objetar... "Aquí no había ningún fraude, pero cómo el Sr. Kurowski hizo del denunciar un fraude electoral un gran negocio, a alguien se le ocurrió inventar un mega fraude, y el inventor y el denunciante fueron fifty-fifty.

septiembre 06, 2012

Esto poco me convence

¡Aguántense ahí! No se me preocupen. El 7 de Octubre votaré por Henrique Capriles, con entusiasmo y sin dudas. 
Lo haré aún cuando lo que dice dista de convencerme, por cuanto sé tener mejor posibilidades de dialogar con él, que con un cacique cansado amante de su propia voz, y quién para comenzar mucho menos me convence… especialmente por las demasiadas evidencias provistas por un turno de 14 años, el cual se nos ha hecho eterno. 
Y, como llevo tiempo diciendo, sé que Henrique Capriles será el ganador, por la sencilla razón de que una cierta falta de ilusión, mata menos las ganas de votar que una desilusión cierta. 
De reojo observe una cuña oficial donde un joven emprendedor expresaba la satisfacción por haber obtenido un crédito, con un “¡Qué bonito es cuando confían en uno!”. 
Y candidatos, quienes les exigen a los ciudadanos votantes la ciega confianza de entregarles todas las resultas petroleras para gobernárselas, pero no son capaces de confiar en la capacidad de esos mismos ciudadanos de poder manejar bien su propia pequeña cuota parte de tales resultas, simplemente jamás me podrán convencer. 
Ya quisiera que cada uno de los venezolanos, especialmente aquel viejito hambriento y abandonado que sentado en una esquina mendiga favores, sacase la cuenta de cuánto fue el monto de su cuota parte de resultas petroleras qué, durante su vida, le confió a sus gobernantes. 
Ya quisiera que cada uno de esos gobernantes, creyéndose tan importantes ellos, se atrevan a sacar la cuenta de lo poco que hicieron con las resultas petroleras que los venezolanos les confiaron, especialmente aquellos viejitos hambrientos y abandonados sentados en las esquinas mendigando favores. 
De que aquí nadie le confió esas resultas a los gobernantes… y simplemente son del gobierno para manejar… ¡No! Nuestra ignorancia no nos exime de culpa. Nosotros se las hemos confiado, no por comisión sino por omisión. Y es hora de dejarnos de tal infantilidad… así sea sólo comenzando por cada uno de nosotros exigirles un recibo individual de cuanto les hemos entregado en el año. 
Les pregunto: ¿Cómo es que lo que se conoce como la derecha, o mejor dicho los que se conocen como neoliberales, aquellos que dicen confiar en el mercado, cuando les toca, no confían para nada en que el venezolano pueda, vía el mercado, sembrar bien sus propias resultas petroleras… y deciden que es mejor que estas sean manejadas centralmente…por supuesto por ellos? 
Les pregunto: ¿Cómo es que lo que se conoce como la izquierda, o mejor dicho los que dicen desvelarse por los derechos del pueblo y querer asegurar la participación ciudadana, no confían para nada en que el venezolano pueda, con sus propios criterios, sembrar bien sus propias resultas petroleras… y deciden que es mejor que estas sean manejen centralmente…por supuesto por ellos? 
“Ah, pero primero hay que educar a los venezolanos”… oímos ambos bandos responder… haciéndose siempre muy sordos ante la repregunta del ¿Quién educa a los educadores? 
¡Qué va! Una nación se construye con ciudadanos que han aprendido responsabilizarse por lo suyo, y no por ciudadanos por los cuales los gobernantes insisten en responsabilizarse… pobrecitos, tan sacrificados ellos. 
¿Cuándo será que esa gran palanca que todos ven en el petróleo, sea para nosotros los ciudadanos apalancarnos? 
De reojo observé otra cuña oficial donde se declaraba que Venezuela tenía el salario mínimo máximo del continente… como si fuese una gran fuente de orgullo nacional…