Moisés Naím, en “Regalar dinero: ¿idea inevitable?” El País, 5 de Junio de 2016, discute las posibilidades de lo que se conoce como la Renta Básica Universal… para mí un Dividendo de la Sociedad.
Y Naím escribe: “Darle una compensación material a una persona sin que, a cambio, haya producido algo de valor es una propuesta cuestionable tanto desde el punto de vista económico como social y ético. Los riesgos de corrupción y clientelismo político que tienen iniciativas de este tipo son altos. Finalmente, esta no es una idea barata. Este tipo de subsidios pueden transformarse en una pesada carga para el Estado y crear gigantescos y crónicos déficits en el presupuesto público.”
Naím no parece venezolano. De haberse repartido las resultas petroleras por igual entre todos los venezolanos, nos hubiésemos podido librar de muchos males… para comenzar no se estuviese cometiendo ese crimen económico contra la humanidad que significa regalar la gasolina… en especial ante la escasez de comida y medicinas.
¿Quienes son los que en verdad se han llevado todos los regalos? Las sanguijuelas de la re-distribución… aquellos que se ubican para sacarle un mayor provecho de lo que les correspondería por su cuota parte.
Y pensándolo bien, si alguien hereda unas acciones que le permiten recibir un dividendo sin que, a cambio, haya producido algo de valor, ni siquiera los suizos creo que lo objetarían.
El caso de que en Suiza se haya votado NO a la idea tiene mas que ver con el hecho de que el monto propuesto es demasiado elevado para ser considerado básico, y además que ese ingreso sería deducible de los salarios ganados, lo cual le resta mucho a su justificación como un Dividendo de la Sociedad.
Entonces, ¿qué es un Dividendo de la Sociedad? Aquí está mi breve opinión.
Es un importe transferido a cualquier persona independientemente de haber sido capaz de sacar provecho de los puntos fuertes de la sociedad, como haber sido capaz de conseguir un trabajo.
Podría ser visto como un esfuerzo para engrasar la economía real mediante una lucha contra las concentraciones naturales y estructurales de la riqueza.
Podría ser visto como un sustituto de todos esos esfuerzos de redistribución que debido a su complejidad está destinado a atraer a las sanguijuelas de la re-distribución.
Es una transferencia de recursos reales no financiada por una maquinita, de los ciudadanos a los ciudadanos y que no depende de los favores del gobierno. Por lo tanto, podría ser visto como un esfuerzo por parte de los ciudadanos a ser más independientes de que ese populismo y esa demagogia que a menudo se esconden detrás de la redistribución social.
La forma en que se financia, podría además ayudar alinear los incentivos para otras causas sociales, por ejemplo, si con impuestos sobre el carbón o gasolina, con los esfuerzos para mejorar el medio ambiente.