febrero 07, 2016

Consideraciones sobre un país cualquiera, analizado como un campo de concentración.

Supongamos a un país como un campo de concentración, por lo menos para sus tantos ciudadanos que no tienen otra alternativa real que el de quedarse en ese país. 
Y supongamos que los guardias de ese campo, aparte de robar muchos de los ingresos derivados de la venta de recursos naturales no renovables de los que cuenta el propio campo, imponen locuras como controles de cambio, expropiaciones de propiedades privadas y regalarle la gasolina a los presos que poseen vehículos… aún cuando hay muchas otras necesidades muchisimo más vitales insatisfechas en el campo. 
Y se entiende que todo eso, tarde o temprano, habrá de causar verdaderas tragedias como falta de alimentos y medicinas, y lo cual debería evidencia ante todos que en verdad se han estando cometiendo crímenes económicos contra la humanidad. 
¿Se podría llevar a los guardias de ese campo ante los tribunales internacionales por cometer crímenes económicos contra la humanidad? 
Y supongamos que muchos financistas, a cambio de altísimos intereses, le prestan recursos adicionales a los guardias, pero de cuyo repago quedan responsabilizados todos los prisioneros del campo. 
¿Se podría entonces denunciar esas deudas ante los tribunales internacionales como odiosas cuotas de participación en el desangramiento del país y solicitar que se declaren nulas? 
¿No es entregar un crédito a unos guardias, para que éstos hagan lo que le parezca con esos recursos, a cambio de unos altísimas primas de riesgo, en esencia lo mismo que un pago de sobornos?

"Venezuela como campo de concentración" El Universal, Marzo 2014.

PS. ¿Y quienes son los boli-acreedores de Venezuela?

EN VENEZUELA LOS HORNOS NO SON DE GAS... ¡SON DE HAMBRE!