Nota: He sustituido algunas cantidades con xxx puesto que los montos pudiesen confundir el mensaje. Si no desean leer todo... léanse las Conclusiones
ECONOMIA El Universal, Viernes 10 de Marzo de 1989.
En opinión de Per Kurowski:
Sistema de tasas preferenciales de cambio erosionó reservas internacionales del país.
Esa erosión ha sido cuantificada, para el pasado año de 1988, en x.xxx millones de dólares con grave perjuicio a la economía.
Hay numerosas razones que justifican la adopción de una estrategia de cambios en la orientación de la economía, a través de los ajustes que en varias de las áreas principales de la economía deben hacerse, según lo señala Per Kurowski.
Kurowski habla concretamente sobre “la justicia social económica y social de la unificación cambiaria” señalando concretamente lo siguiente:
- Dado que una de las consecuencias normales de la unificación cambiaria es un incremento de los precios, repetidamente y con mucha facilidad demagógica se critica tal medida en el sentido que su aplicación acentúa la injusticia social.
- Tal crítica sólo puede estar basada en la ignorancia y, en tal sentido los siguientes comentarios y ejemplos numéricos, pedagógicamente simplificados, tienen el propósito de demostrar que, por el contrario, la unificación cambiaria persigue corregir una injusticia social de inmensas proporciones, que se derivaba de una de las formas más criminalmente ineficientes de distribución de ingresos que nación alguna haya inventado.
En 1988 se otorgaron divisas para importaciones por el orden de xx.xxx millones de dólares a la tasa preferencial de Bs.14.50. Si suponemos que una tasa “unificada” y real de la economía para ese año fuese de Bs.31 por dólar, el subsidio de importaciones, del orden de Bs.16.50 por dólar, represento un monto total de xxx.xxx millones de bolívares.
Importaciones innecesarias:
- Estimando que sobre el nivel total de importaciones existían: a) Un 12.5% de sobrefacturación como resultado directo de la tentación corruptiva implícita en el sistema; b) Un 12.5% de divisas otorgadas, las cuales por la vía del contrabando de extracción sólo representa un subsidio a los países vecinos, que de ninguna manera satisfacía necesidades venezolanas; c) Un 10% de importaciones que no tenían asidero en una necesidad real y sólo se efectuaban porque a la tasa de Bs.14.50 resultaba al compararse con los Bs.36 por dólar y en términos relativos, un tremendo negocio… obtenemos que un 35% de las importaciones, o sean x.xxx millones de dólares, eran totalmente innecesarias y por lo tanto el subsidio de xx.xxx millones de bolívares sólo resulto en una erosión improductiva de las reservas del país.
- Restando x.xxx millones de dólares de so xx.xxx millones que se invirtieron en importaciones, obtenemos que x.xxx millones de dólares podrían representar las importaciones necesarias y en tal monto podemos identificar las siguientes magnitudes: a) Un 20% otorgados a productos que sin lugar a duda pueden clasificarse como completamente carentes de justificación para obtener subsidios; y b) Un 40% de las importaciones donde el subsidio definitivamente NO era trasladado al consumidor sino simplemente quedaba en manos del comerciante, por la vía de un mayor margen de rentabilidad, las cuales demuestran que aún en el caso del 60% de las importaciones “necesarias” o sean x.xxx millones de dólares, el subsidio implícito, era regalado sin que cumpliera ningún propósito social.
- Nos resta en nuestro análisis – dice Kurowski – la cantidad de x.xxx millones de dólares de importaciones “necesarias” donde se puede estimar que el subsidio de xx.xxx millones de bolívares realmente fue trasladado al consumidor.
- Aún en esta partida debemos notar que, ante las precarias realidades de país, sólo era posible justificar el subsidio para un 50% de tal volumen, o sea xx.xxx millones de bolívares, ya que, en una alta proporción, tal consumo era efectuado por consumidores que de ninguna manera deberán tener derecho a aspiras a subsidios.
Resumen:
En resumen – dice el informante – el sistema de tasas preferenciales produjo, por lo tanto, los siguientes resultados:
a) Un estímulo que erosionó las reservas de divisas internacionales del país en 3.780 millones de dólares al año y que solo sirvió para regalar la cantidad de 62.370 millones de bolívares.
b) De los 115.830 millones de bolívares gastados en subsidios para las importaciones “necesarias” sólo Bs. 23.166 mm (el 13% del total), puede estimarse haber cumplido un propósito social.
c) En vez de imponer un impuesto al consumo, lógico en tales circunstancias, se creo un subsidio donde el que más consumía más subsidio obtenía.
d) En vez de estimular las exportaciones y desincentivar las importaciones, acciones urgentemente requeridas por el país, el sistema producía el efecto contrario.
e) El hecho de que, en forma inobjetable para la Ley de Salvaguarda Patrimonial, se pudiesen entregar US$ xx.xxx mm con un valor de Bs. 31.00/US$ a un precio de Bs.14.50/US$, o sea una capacidad de otorgar “donativos” por la espeluznante cantidad de Bs.xxx.xxx millones, origino un acelerado crecimiento de la socialmente degenerante corrupción.
f) Cuando se otorga un subsidio directo, como por ejemplo a la leche, tal gasto queda reflejado en la contabilidad nacional. Esto no ocurre cuando tal subsidio se hace a través del otorgamiento de una tasa preferencial. En tal sentido podemos afirmar que en 1988 un monto de “gasto fiscal” equivalente a más del 60% del presupuesto nacional “formal”, no quedo ni siquiera contabilizado, haciendo risible la gestión contralora de la nación.
g) Heredamos un nuevo mono deudor de US$x.xxx mm representado por cartas de crédito insolutas y que indiscutiblemente gravan las posibilidades del plan de reajuste económico presentado por el nuevo gobierno.
Conclusión:
En fin, ante tales realidades, apelar a argumento de injusticia social, para criticar la eliminación del sistema preferencial y que será suplementado por la unificación cambiaria y el uso de subsidios directo, de no basarse en la total ignorancia, sólo puede explicarse en base a razones de índole nefastamente destructivas.
El otorgar subsidios en forma adecuada nunca es fácil, pero ante las realidades anteriores hubiese sido mil veces más eficiente simplemente ahorrar US$ x.xxx millones y repartir los xxx.xxx millones de bolívares entregando un cheque de Bs. x.xxx a cada uno de los 18 millones de venezolanos.
Creo procedente reflexionar sobre el hecho de que, si ante el uso de un sistema que producía tal desangramiento de la economía venezolana, no deberíamos considerarnos afortunados al no habérsenos otorgado nuevos créditos internacionales.
Con respecto a la mencionada deuda de US$ x.xxx por cartas de crédito, deseo afirmar que aun cuando mediante el ejemplo descrito he definido la procedencia de tal endeudamiento como absolutamente irracional, tal hecho no debe disminuir los esfuerzos del Estado por respetar, dentro del limite de las posibilidades, las tasas de cambio otorgadas con anterioridad. En el respeto de cláusulas adversas a sus intereses reside la esencia de un Estado de Derecho y la confianza que en él puedan depositar sus ciudadanos.
Como venezolano, con un consumo superior al promedio, indiscutiblemente el sistema anterior me otorgaba beneficios. Como venezolano preocupado por el futuro del país gustosamente renuncio a tal beneficio y aclamo la unificación cambiaria como un gran paso de racionalidad económica y justicia social.
Esgrimir que tal medida justa no debe ser implementada en razón de que el Fondo Monetario Internacional está de acuerdo con ella es una simple expresión de un patrioterismo antipatriótico.