Hugo Chávez deseaba ayudar a los pobres a salir de su pobreza, no lo dudo; muchos lo quieren, yo también. Su problema era que no tenía idea sobre cómo lograrlo, y sus empleados tampoco, por lo que se limitó a hacerles la vida algo más pasable a los pobres en su pobreza. No hay nada malo con eso, pero les aseguro que eso es algo muy distinto que sacarlos de su pobreza. Eso corre además el riesgo de empobrecerlos aún más.
O en palabras de Alí Primera "Porque esa madera no sirve pa' guacal, porque esa madera es dizque puro corazón"... bueno el "dizque" lo añadí yo, por si acaso.
Y así que no vengan a hablarnos en nombre de los pobres sobre un "Legado de Chávez", a menos que sea en términos de enderezarlo... y bastante. Y una cosa es cierta, ninguno de los empleados de Chávez podrán hacerlo, por cuanto aun cuando tengan menos corazón, no es que sirvan mejor pa' guacal.
"¿Pero si Chávez nombró a uno de ellos su sucesor?" Pero, bueno, pues: ¿Al tan enfermo, qué más remedio le quedaba? ¿Qué presiones se ejercieron? ¿Estaba suficientemente lúcido?
Moisés Naím, en un reciente artículo en El País, "Lo bueno lo malo y lo feo", escribe de Chávez: "su capacidad de hacer que los pobres sintieran que tenían a uno de los suyos en el poder no tiene precedentes." En eso tiene razón, pero cuando considera que "La consecuencia más duradera y positiva del mandato de Chávez es que hizo añicos la pacífica coexistencia de Venezuela con la pobreza, las desigualdades y la exclusión social", anda perdido. Hoy, por donde miremos, la coexistencia que se observa, es solo la de una escenografía política de un maloso Potemkin del Siglo XXI.
¿Por favor, cuál no-pacífica coexistencia con la pobreza, las desigualdades y la exclusión social, puede haber en un país donde se regala más valor a quienes consumen gasolina que a todas las otras misiones sociales juntas?
¿Por favor, cuál no-pacífica coexistencia con la pobreza, las desigualdades y la exclusión social, puede haber en un país donde se venden dólares baratos a quienes, por ejemplo, quieren y pueden echarse un viajecito al exterior?
Hoy hay que evitar que el país caiga en manos de un heredero accidental de Chávez, en este caso el encargado de negociarle políticamente los regalos de nuestras resultas petroleras en el exterior. De ese empleado no recordamos haberle oído una idea propia, y lo que si intuimos de él es que seguramente se sabía muy bien el "Sí, mi Comandante". Ya su antesala, desde que por última vez se vio a Chávez hasta hoy, ha sido un insulto a la inteligencia de todos, y en especial una burla de los sentimientos de los más devotos seguidores de Chávez.
Votaré por Henrique Capriles con entusiasmo, y por más razones que la de si luego no actúa como debe, por lo menos podré hacerle oposición. Por supuesto, habrá que exigirle que no solo una al país alrededor de quejas, sino que además, muchísimo más importante, que busque unirlo alrededor de unas audaces esperanzas para el futuro.
Venezolanos, como cantaba Alí Primera. "No es tiempo de recular ni de vivir de leyendas." Así como tampoco permitir crear leyendas a quienes las necesitan para explotarlas explotándonos.
PS. Un artículo en Aporrea, escrito después de la última elección, alguien que obviamente no estaba muy satisfecho con la pulcritud y la eficiencia de los empleados de Chávez, lo titulaba con optimismo: "Chávez vigilará de cerca y con rigor el desempeño de su gobierno" ¿Y ahora quién piensa él que vigilaría? ¿Raúl?
El Universal
La chequera con nuestras resultas petroleras en manos del Estado y del Cacique de Turno, es sin duda la que “desde siempre golpea y golpea, nos golpea"
La chequera con nuestras resultas petroleras en manos del Estado y del Cacique de Turno, es sin duda la que “desde siempre golpea y golpea, nos golpea"