julio 28, 2005

¿Cuál Socialismo?

Todo poder público en Suecia emana de su pueblo. Así reza el primer artículo de la constitución de un país, que aún cuando, por tradición y utilidad, mantiene un Rey, con frecuencia se denomina socialista. Si alguien le trajera hoy a Venezuela un socialismo, que le produzca resultados como los de Suecia… capaz que todos lo haríamos Rey. 
Con lo anterior quiero decir que no es el socialismo per se lo que molesta de la decisión que el Presidente dice habérsele ocurrido a él solito para el futuro de nuestro país, sino el hecho de que nadie está muy claro a qué socialismo se refiere. Obviamente que si ese socialismo llegase a tener algo en común con lo de los últimos seis años, habría que poner un grito al cielo. Un socialismo racional y moderno puede traer muchos resultados buenos a un país, pero un socialismo chimbo, chimbamente ejecutado, sólo será la lastra de las lastras.
Para mí un socialismo racional moderno, ve hacia adelante y no hacia atrás, le asigna la máxima prioridad a la educación de su pueblo para generar riquezas y distribuye éstas con una lógica solidaridad, ya que un ciudadano no podrá estar bien, de forma sostenible, si su conciudadano está sostenidamente mal. Este socialismo, una vez satisfechas ciertas necesidades mínimas internas, es también solidario con el resto del mundo.
Pero como no somos suecos, hablemos de un socialismo más cercano, el cubano. Aún cuando tengo serias objeciones al socialismo cubano y muchísimo mayores aún a su dirigencia, creo que debemos reconocerles como han logrado formar profesionales en el sector de la salud. Ya verán, al morirse Fidel, todos estos profesionales generarán mucha riqueza, yendo a otros países o quedándose en el suyo ofreciendo sus servicios a cientos de miles de turistas y extranjeros retirados. 
El gobierno venezolano, con muchísimos mas recursos y accesos al mundo que los de Cuba, que hace tiempo debería estar preparando a cientos de miles de médicos y enfermeras bilingües venezolanas acreditados internacionalmente para aprovechar las oportunidades que se visualizan, sólo desatiende e irrespeta a los nuestros profesionales mientras provee a otros, cuan tonto útil, valiosas experiencias que les mejoran su currículo. 
Amigos, para el caso de llegarse a aplicar en Venezuela un socialismo del tipo cubano, quizás debamos plantearnos entonces un trueque fríamente calculado de liderazgo con Cuba, para no correr el riesgo de que nuestros resultados sean hasta peores que los de ellos.