Bolserías de la Bolsa
En su libro "Breve historia de la Euforia Financiera", J. K. Galbraith cuenta que en Holanda, en 1630, un bulbo de tulipán llegó a negociarse por una "carreta con dos caballos grises y toda la montura necesaria", lo que equivaldría a unos 50.000 dólares de hoy. Poco después el mercado de bulbos se desplomó.
En Abril de 1999, Park Avenue estaba sembrada de tulipanes y como coincidía con que ese mismo mes, la acción de Amazon, empresa que vende libros por internet, llegaba a 190 dólares, tras haberse cotizado en 10 dólares un año antes, publiqué “Una tulipomanía virtual en Nueva York”, donde sostenía que este tipo de acciones, sufrían de una desbordada especulación y que Amazon, en poco tiempo, pasaría a engordar el archivo de las "tulipomanías”.
Hoy, tras la caída del Nasdaq y cuando Amazon se cotiza en unos 20 dólares, les confieso que me hubiera gustado que mi artículo hubiera servido para establecer mi genialidad, como analista financiero. Lamentablemente, no es así, ya que los argumentos que utilicé son tan obvios, que lo único que evidencian es lo bolsa que puede ser el mercado y, con respecto a mí, una cierta capacidad de detectar al “rey desnudo”.
Para quienes aún puedan seguir creyendo en la infalibilidad de los mercados, tal como el de la Bolsa de Nueva York, la “madre” de todos los mercados, reitero mis infantiles argumentos.
Amazon, que se inició en 1995, para 1999 nunca había dado ganancias y, según los reportes de sus ejecutivos, tampoco tenía perspectivas de lograrlas en el corto plazo.
El desarrollo de "shopping agents", que permiten al cliente comparar los precios de los demás oferentes del producto en la red, auguraban una competencia en precios, que haría difícil mantener los márgenes necesarios para sustentar una valorización tan alta.
Una tecnología en desarrollo, un bajo costo de entrada y la certeza de esfuerzos institucionales por prohibir el desarrollo de cuasi-monopolios, también implicaba dificultades para sostener las ventajas de una presencia temprana en la red.
Las ventas de libros en Estados Unidos en 1998, fueron de 23.000 millones de dólares. De estimar como margen de utilidad, un generoso 8%, el negocio generaría un retorno anual de 1.800 millones de dólares. Entonces, si suponemos que los capitales exigían un rendimiento del 10%, resulta que el negocio total, el 100%, podría valer unos 18.000 millones de dólares.
Por supuesto que Amazon vende no sólo en Estados Unidos y no únicamente libros, pero, en Abril de 1999, a 190 dólares por acción, la empresa, con menos del 3% del mercado de libros, se valorizaba en más de 33.000 millones de dólares. ¿Qué mas necesito decir?
Perdónenme este “yo se los dije” pero, por cuanto en el país sigue pendiente el tema de los fondos de pensión, conviene recordar el factor riesgo. Sean los planes, colectivos o de capitalización individual, administrados por el sector público o por el privado, estos de nada servirán, si los fondos no son bien invertidos. Una sociedad no se libra de su responsabilidad, con un simple “quién les manda comprar Amazon”.
Publicado en El Universal el 21 de Noviembre de 2002
PD. Dada la realidad de Amazon, y del cual desde años soy un buen y muy satisfecho cliente, se podrán imaginar lo que me gustaría llevar a la fogata éste artículo. Pero ¡NO!... que me sirva de recordatorio... todos necesitamos ejercicios en humildad.