Cuando uno se pone a pensar en lo increíblemente valioso que sería para los nicolaseros salir victoriosos en un fiel reconteo de todos los votos, transmitido en vivo y directo por Globovisión y documentado por Tim Tracy... y al mismo tiempo se escuchan las absurdas declaraciones de Tibisay Lucena y en las cuales esa nicolasera básicamente exige que se presenten los resultados de una auditoría, para que proceda una auditoría, no puede haber dudas que el voto mayoritario fue para Henrique Capriles... y el país lo sabe.
Y son los pobres quienes más habrán de sufrir las consecuencias del actual vandalismo político en que incurre el mando dizque revolucionario. Los nicolaseros enchufados, heredaron una hacienda, y ahora sin la supervisión del antiguo patrón, andan haciendo parrilla con todo el ganado, quizás hasta con el oro del BCV como entorno.
Y por cuanto "la revolución" ya no cuenta con el gran apoyo de quien se hacía perdonar mucho... y quien ha sido sustituido por un grupito que por su falta de simpatía más bien se hace perdonar poco, la gran mayoría chavista se pregunta... ¿y con qué se come este Nicolasismo peorro? Hoy no hay duda que los nicolaseros se están desconectando rápidamente, no de su buen negocio con nuestras resultas petroleras, pero sí de quienes representaban la base del apoyo popular de Hugo Chávez.
Y ante esa falta de apoyo, y una chequera agotada, todos se preguntan si los nicolaseros serían verdaderamente capaces de buscar gobernar al país exclusivamente sobre la base de más deudas, de imprimir más billetes sin respaldo, y con violencia y represión. Por cuanto su primer acto público económico de significancia, he leído que por dos mil millones de dólares, ha sido entre otros renovarle al castrismo "su-buen-negocio" de explotar a sus médicos cubanos, para así poder retener los servicios mercenarios y revolucionarios de Cuba, es posible que crean que sí lo pueden.
De cómo se salva nuestro país de este enredo mayúsculo, no lo sé. Pero, aparte de rezar mucho, se me ocurre que una posibilidad sería buscar abrir un gran frente nacional de conversación entre la oposición y el chavismo-no-nicolasero, sobre otro problema de suma importancia y el cual, para su solución, igualmente requiere de mucha de esa legitimidad que permite mucha gobernabilidad. Por supuesto me refiero al precio de la gasolina.
A la vuelta de la esquina, para que la economía en Venezuela no se descalabre por completo, el precio de la gasolina, el cual no se ha ajustado desde 1997, debe ser aumentado drásticamente... diríamos en unos 800 por ciento... para comenzar.
Y como ese aumento lo tendría que efectuar sea quien sea que gobierne, todas las partes aspirantes deberían tener un interés en conversar sobre el tema... digo yo. ¿Si un clavo saca otro clavo, por qué un problema no puede sacar a otro problema? Quién sabe que podría salir de esas conversaciones; de repente una fuerza unificadora que permita comenzar resolver los problemas del país, sin requerir de eliminarnos los unos a los otros, y lo cual aún así nos dejaría divididos, quizás con sólo dos cuartos restantes del país.
Por cierto... hablando de oro y auditorías. ¿Se encuentra aún ahí en las bóvedas, libre de gravámenes, el oro cuya repatriación celebró con bombos, banderas y platillos hace no mucho Hugo Chávez? ¿O habrá que avisar a la Interpol?
¿Porqué nicolaseros y no maduristas? No sé, quizás porque me parece que tienen como una pinta de "nicolaseros"... ¿será el bigote?