Necesitamos no perder la perspectiva de la realidad, por lo que ampliamente les recomiendo la distracción de leer las exaltadas reacciones provocadas por noticias tipo del tipo Wikileak, meditando sobre cual hubiese sido la reacción si su contenido fuese el totalmente contrario, por ejemplo:
“Putin es un demócrata que pide el voto de sus colaboradores para todo, y que además con frecuencia se abstiene de votar el mismo, por indicar tener conflictos de interés.” “El cacique de turno en Venezuela es un señor sumamente equilibrado y libre de todo tipo de perjuicio lo cual lo convierte en el líder ideal para llevar a Venezuela a una posición de liderazgo en el mundo moderno.” “Berlusconi se reúne con las jóvenes por cuanto tiene un interés existencial en transmitirles las técnicas de pintura de Botticelli, las cuales presiente que si no lo hace puedan ser olvidadas por la humanidad.” “Arabia Saudita le implora a los Estados Unidos que dejen a Irán desarrollar tranquilos su capacidad nuclear.”
Acabo de leer un artículo en el Financial Times, escrito en tono de un “¡no puede ser!”, que según un Wikileak la empresa Shell conocía todo lo que pasaba en los ministerios claves para su negocio en Nigeria. ¿Acaso el Financial Times se esperaba lo contrario? ¿Qué hubiesen dicho los accionistas de la Shell de una gerencia que se tapa los oídos y los ojos y no aprovechen las debilidades de la contraparte? Lo que los WikiLeaks demuestran ante nada es que el mundo es mundo desde que el mundo es mundo.
Hace poco, abismados, oímos un ministro declarar: ¡El Estado garantiza que atenderá todas las emergencias! ¿Qué hubiésemos dicho de la capacidad de un diplomático de los Estados Unidos si en un WikiLeak le hubiésemos leído reportar a Washington que “Venezuela no enfrentará problemas a corto plazo por cuanto el Estado Revolucionario ha decidido que atenderá todas las emergencias”? Ve eso si que hubiese sido un señor WikiLeak.
Y supongan que unos WikiLeaks destapasen unas cuantas negociaciones confidenciales entre oficialistas comprometidos, nerviosísimos todos por el futuro negro de su revolución roja-rojita, con diplomáticos de los Estados Unidos; y donde los primeros buscan asegurar el poder quedarse con alguito de lo tantísimo que han obtenido, tranquilos, en un país donde lo alguito les pueda servir para algo no demasiado revolucionario. Suponiendo que el mismísimo cacique de turno no esté mencionado entre los que negocian… ¿Qué diría él sobre tales WikiLeaks? ¿Qué diríamos nosotros? ¿Qué diría Washington?
Amigos, como siempre, mucho más interesante que los WikiLeaks del hoy, resulta especular sobre los WikiLeaks del mañana.
Pero justo al finalizar este artículo leo, también en el Financial Times, que una parte de las deudas de Cuba con China estará garantizada con petróleo venezolano. ¿Cómo es la cosa? ¿Ese petróleo venezolano que la constitución prohíbe a ofrecerlo en garantía, así sea para algo de Venezuela, ahora se ofrece para garantizar deudas de otros países? De ser verdad, eso si no se puede leer al revés, por cuanto eso si no es de este mundo, por cuanto eso si es alta traición a la patria.
El Universal