diciembre 15, 2005

DOS INCONGRUENCIAS NUMÉRICAS


LA DECLARACION Universal de los Derechos Humanos dice: "La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto y otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto". Sin embargo, Venezuela se presenta hoy ante el mundo desnudada de su tradición democrática, con una Asamblea de 167 diputados a favor del Gobierno y 0 en contra y sin que exista un solo venezolano que, con la mano sobre el corazón, pueda jurar que esa composición sea un reflejo auténtico de la voluntad del pueblo. ¡Por Dios, si hasta en la Zimbabwe de Mugabe existe un 107 43!
El Gobierno achaca la culpa de tal aberración democrática a la alevosía y premeditación de unos grupos opositores. Eso es una excusa inaceptable; ya que el responsable de crear las condiciones, que permitan y estimulen al pueblo a expresar su voluntad, es el Gobierno. Al igual que la culpa de las inundaciones, nuevamente como que la tiene la lluvia y no la falta de limpieza del alcantarillado. Por el otro lado, tampoco triunfó la abstención, por cuanto sorprende que no haya sido aún más alta.
Massachusetts, en Estados Unidos, con un ingreso per cápita en el 2004 de 41.801 dólares anuales, tienen muchos pobres y eso es una vergüenza. Pero, más vergüenza aún es cuando el gobierno de un país, como el nuestro, con un ingreso de apenas 4.020 dólares per cápita y muchísimos más pobres mucho más pobres, dedica recursos a ayudar a los de Massachusetts, y lo anuncia con un irónico: "Este programa de asistencia de combustible no tiene que ver con política. Tiene que ver con el ofrecer ayuda humanitaria a los que la necesitan. ¿Qué pudiese ser más americano que eso?".
A Estados Unidos no le preocupó un bledo cuando nuestro petróleo cayó por debajo de los siete dólares por barril en 1998 y todavía recordamos cómo nuestro gobierno rechazó su ayuda humanitaria cuando lo de Vargas. Aun cuando sospecho que tal publicidad sólo refleja otra ineptitud, les juro que se me revolvió el alma de pensar en nuestros más pobres, cuando en el anuncio de la donación de Citgo y Pdvsa salía además la foto de una bella casa, de dos pisos, con jardín y terraza, toda iluminada.
PD: Sugiero que la "nueva" oposición rete a Chávez a un debate sobre su gestión de gobierno. ¿Se atrevería él aceptar ese reto?