JUSTO ANTES del Referendo publiqué Salga Sapo Salga Rana, por lo que pueden intuir que no tenía una idea preconcebida sobre su resultado, aun cuando pensaba que los organizadores estarían mejor informados.
Si yo hubiese sacado casi el 60 por ciento de los votos, hubiese contratado a Don Francisco para transmitir al mundo un Sábado Gigante desde la Plaza Bolívar, con la presencia de una muy nutrida comisión de observadores donde, aparte de Carter y Gaviria, estuviesen arzobispos, farándula, escritores, historiadores y opositores, tanto reales como imaginarios, para que se contase cada uno de los votos, que en cajas lacradas con el Escudo Nacional, serían llevadas ante la comisión, por bellezas venezolanas en falditas cortas tricolores, registrando simultáneamente los NO y los SI en una inmensa pantalla electrónica... para así darle un Gran Finale a lo que, por lo menos a mí, debería haberme parecido una magnífica gesta democrática.
Si en tal caso, unos con-amigos-así-quién necesita-enemigos me hubiesen desperdiciado esa oportunidad histórica, armando un enredo con declaraciones apuradas en horas de baja audiencia y sin la suficiente presencia de testigos opositores, yo me estaría jalando los pelos y buscando ver cómo salgo de ellos, sin importarme sus buenas intenciones o lo comprometidos que estuvieran conmigo... ya que con brutos o chupa-medias... ¡ni a la esquina!
Por supuesto, que en un país dividido y poco preparado para un recuento apretado del tipo Bush vs. Gore en la Florida, si pensara en la posibilidad de ganar con un margen menor y para garantizar la gobernabilidad del mañana, buscaría asegurar una transparencia aun mucho mayor... aun cuando, en tal caso, me ahorraría los honorarios de Don Francisco.
Claro que lo de con-amigos-así-quién necesita-enemigos aplica igualmente a los del SI. Ahora bien, por cuanto la próxima cita democrática será como en dos años, hay tiempo para que los del SI reflexionen sobre los resultados y para que los del NO reflexionen sobre la ausencia de resultados aun con resultados. Como fruto de tanta reflexionadera, esperemos todos que surja una conciencia de que no basta estar en contra de alguien, sino que hay que estar unidos a favor de algo.
En tal sentido, aprovecho la ocasión para anunciarles a mis amigos, que a partir de esta fecha y hasta próximo aviso, este radical del medio, se está uniendo con entusiasmo a ese movimiento optimista, no corrupto, inmensamente solidario, incluyente y participativo, que huye del ayer y desea enfrentar los retos del mañana con un sano venezolanismo (sin complejos ni cursilerías)... que estoy seguro se está formando en estos días en mi patria, sobre la base de una membresía de millones de chavistas y escuálidos... tristes y decepcionados... pero jamás desesperanzados. Ese movimiento, cuando gane, como de seguro habrá de ganar, contará sus votos a la luz de un brillante sol venezolano.