Para un venezolano común le puede resultar de mayor consecuencia real la eficiencia de la industria petrolera que la eficiencia del mismo gobierno. Considerando el alboroto nacional que generaria la busqueda de una reforma constitucional o una sencilla reforma electoral, resulta sorprendente la facilidad con la cual se ha logrado vender al pais, el plan de reorganizacion de PDVSA.
Ante todos los problemas que presenta el pais actual creo que la mayoría de sus ciudadanos, por lo menos aquellos que no desean o pueden contemplar la opcion migratoria, han fijado todas sus esperanzas en la existencia, a la vuelta de la esquina, de una industria petrolera buoyante, productora de mas de 6 milllones de barriles diarios. Es posible que lo anterior les impida, so pena de entrar en el mas profundo estado depresivo, ni cuestionar ni mucho menos contemplar la posibilidad de que todo no este como debe estar en nuestra industria petrolera.
Yo tambien espero mucho de la industria petrolera pero estoy seguro de que por cuanto "el ojo del amo engorda el ganado" todo venezolano tiene una clara responsabilidad de vigilar, emitir opiniones y en todo sentido hacer lo que este a su alcanze para evitar que por culpa de faltar un control efectivo se desvirtue su funcionamiento. Sin el debido control y de permitirsele a una meritocracia interna por meritoria que esta sea, el siempre hacer de las suyas, no guardo la menor duda de que una organización tan rica como PDVSA, dedicada a una actividad tan extraordinariamente generosa, que permite vender en 20 dolares un producto que tiene un costo de produccion de 5 dolares, se encuentra "condenada" a la degeneración.
En tal sentido deseo expresar ciertas reservas sobre el plan de restructuración que recientemente se le ha comunicado al pais. El Plan segun tengo entendido, se fundamenta en sustituir la organización actual representada por las empresas Lagoven, Maraven y Corpoven y que cumplian todas las funciones propias de una operadora, por unas empresas funcionales especializadas y donde se destaca la de exploración y producción, la de manufactura y comercialización y la de servicios.
Puede que haya pecado por inocente pero siempre tuve la impresión que el haber mantenido la industria petrolera venezolana dividida en tres empresas operadoras le suministraba al pais una herramienta de control al promover una cierta competencia, permitir establecer algunas bases de comparacion y finalmente mantener distintos equipos de profesionales especializados y que de una forma u otra pudiesen vigilarse entre si.
No obstante que nunca fui tan inocente como para creer que el control anterior fuese perfecto y que por supuesto el esquema significaba una cierta duplicación de costos, la solución me resultaba un compromiso bastante satisfactorio y muy especialmente al compararla con las alternativas de politizar la empresa u otorgarle una independencia total (prendiendo velitas al santo correspondiente).
Como elementos que justifican el nuevo Plan organizativo hemos oido; a.) estimaciones de ahorros y que en un plazo corto fueron creciendo de 1.000 a los 2.000 millones de dólares anuales; b.) que esto obedece a la necesidad de elevar la cuota de participación venezolana en el mercado mundial y c.) que esto simplemente responde a tendencias organizacionales propias de la industria.
Los argumentos no me convencen de todo. Claro que pueden haber ahorros pero, si fuese posible lograr un ahorro de 1.000 a 2.000 millones de dólares y sin que esto tuviese un efecto sobre las operaciones tácitamente me suena como reconocer la existencia de una ineficiencia actual tan criminal que en cuyo caso la primera medida deberia ser remover toda la Junta Directiva de la propia PDVSA.
El segundo argumento de elevar la cuota de participación de Venezuela en el mundo creo tiene mucho mas que ver con abandonar los acuerdos de la OPEP que con un plan de reestructuración. Finalmente no estoy seguro que en terminos de organización se deba comparar una empresa estatal como PDVSA con empresas petroleras privadas y las cuales operan en un mundo donde hay accionistas, bolsas de valores y otros elementos que ejercen un control sobre la gestón administrativa.
Hasta que logre oir argumentos satisfactorios relativos a como se espera ejercer los controles a los que tiene derecho la sociedad, el Plan simplemente me parece una propuesta de centralización, tanto de funciones como de poder. En tal sentido creo que el Plan solo podria acelerar la degeneración a la cual sostengo esta "condenada" la empresa. ¿Por cierto si la centralización por funciones presenta tantas ventajas que hacemos descentralizando en Venezuela?
Publicado en el Daily Journal