El que Venezuela, cuando esta tan cuestionada en materia de derechos humanos, pudiese aún así ingresar como miembro temporal en el Consejo de Seguridad de la ONU, evidencia que no existe “Naciones Unidas”, sino solo “Gobiernos Unidos”… todos solidariamente interesados en el poder… y eso sin meter a la OEA en el argumento.
En ése y en tantos otros sentidos, la globalización cada día pinta ser una conflagración de fuerzas entre gobiernos… y ante la cual debemos rebelarnos los ciudadanos, si no queremos ser dominados y humillados.
No obstante, al mismo tiempo resulta evidente que a los ciudadanos tampoco nos beneficia gobiernos muy débiles, incapaces de cumplir con sus obligaciones primarias.
En tal sentido, para en algo poder resolver tal conflicto, tengo la impresión que necesitamos de una organización mundial de Ciudadanos Unidos, que pueda ejercer un cierto contrapeso a los gobiernos y a sus representantes.
¿Cuáles serían algunas de las batallas que una organización tal pudiese dar?
Estoy seguro que Ustedes tendrían sus propias propuestas pero permítame sugerir algunos ejemplos en las materias que son de mi interés particular.
Por supuesto, en materia de los derechos humanos habría que establecer un proceso de pre-calificación para asegurar que no se nos aparezcan algunos lobos en pieles de cordero.
En materia de deuda pública, me gustaría ver una limitación a las primas de riesgo que pueden establecerse en el momento de otorgar los créditos a gobiernos, como de igual manera en los montos de intereses por cobrar con los cuales un acreedor pueda presentarse en un convenio de reestructuración de deuda soberana.
En materia de ingresos de Estado, me gustaría ver todos los ingresos públicos que no provienen de impuestos cobrados a ciudadanos, tales como resultas petroleras, impuestos a la venta y otros, repartiéndose como ingresos gravables por igual entre los ciudadanos, para que los gobiernos se deban solo a los ciudadanos y a más nadie.
En materia de regulaciones financieras mandaría bien lejos la actual que le permite a los bancos tener mucho menos capital social cuando le prestan a los gobiernos, dizque por infalibles, que cuando le prestan a los ciudadanos, dizque por riesgosos.
En materia de responsabilizar a gobiernos me gustaría ver a los ciudadanos del mundo instaurando una competencia mundial anual para elegir “El Populista Mentiroso del Quinquenio": basado entre la diferencia de algo prometido hace cinco años y la realidad actual. Lo anterior podría dar lugar a una serie de programas con gran rating, como la elección del campeón populista mentiroso sud-americano, el campeón europeo etc., y así hasta llegar a la Gran Final.
Por lo menos un año deberían ganar esa competencia, quienes prometieron ser los defensores de los pobres y del medio ambiente; y que luego procedieron a regalar gasolina a quienes tienen carros, por un valor superior a todos los demás programas anti-pobreza juntos, al mismo tiempo que incentivaban e intensificaban la contaminación ambiental que produce la quema de gasolina en largas colas.
Además, todos quienes dicen saber cómo administrar unos recursos que representan el 97 por ciento de todas las exportaciones de un país, mejor que lo que puedan hacer los ciudadanos administrando cada quien su cuota parte de esos, serán siempre unos grandes favoritos a ganar el título del Populista Mentiroso.
PS. Ciudadanos, por cierto, tengamos cuidado con algunas de esas organizaciones no gubernamentales multinacionales que secuestran nuestra voz ciudadana, o por negocio, o para favorecer su propio populismo mentiroso.