julio 26, 2012

“Per, porsi, no soy de los perversos”

Un problema con ser radical del medio, extremista del centro, y nadar en la mitad del río, es que te lanzan piedras de ambas riberas. Una ventaja es lograr conversar de verdad con representantes de ambos lados.
La semana pasada, en "Capriles gana" mencioné un oficialismo bien-intencionado y un oficialismo perverso. Y pase días respondiendo correos electrónicos, que de una manera u otra decían "Per, porsi, espero que te conste, que yo no soy de los perversos".
A la mayoría de ellos, no a todos, no a los que conozco como unos simples sinvergüenzas, les respondí en palabras similares a estas:
"Sí, yo sé que tus afinidades y simpatías por el socialismo, o tus antipatías por el llamado neoliberalismo, te llevaron al oficialismo.
No obstante, si no perteneces al oficialismo perverso, como de hecho no creo que lo hagas, entonces debes ser perversamente bruto o perversamente débil de espíritu, tú elijes, por cuanto no puedes, con un mínimo de honestidad intelectual, sostener aún que lo del oficialismo actual tenga algo que ver con un socialismo bien intencionado.
¿Por ejemplo si lo de la participación te ilusiono, cómo puedes no protestar ese símbolo de la no participación que representa sus cadenas?
¿Por ejemplo si defiendes la justicia social, cómo puedes no protestar el que por simple cobardía política él regale en gasolina un valor equivalente al 10 por ciento del PIB del país a los que compran gasolina?
¿Por ejemplo si defiendes al país, cómo puedes no protestar sus regalos a otros países y su discurso divisivo en el nuestro? Y la lista de cuestionamientos a tu revolución, sé que se te hace interminable.
Y no me vengas con que eso no es culpa del cacique, por cuanto sabes que la principal función de un gobernante es ser un buen gerente de recursos humanos y saber nombrar a los más capaces... mientras que el cacique actual ha hecho de la incapacidad, casi un prerrequisito de trabajo... mejor quite lo de "casi".
El cacique de turno, gobernando con una chequera petrolera demasiado grande, y sin corazón venezolano, prostituyó, como nunca, por lo menos en nuestros tiempos, a nuestro país.
¿Y ahora qué hacemos? Lo mejor que podamos, lo que sí es cierto es que a ti no te queda mucho tiempo para dejar asentado si eres o no eres... 
¿Que te resulta difícil tomar una posición pública en contra del oficialismo? Claro, pero justamente por eso es importante... si fuese una papaya... qué papaya.
Y tampoco significa que para desligarte del oficialismo tengas que ligarte con la oposición. No, con votar por Capriles basta. Por ejemplo, por mis artículos sabrás que el mismo día que gane Capriles, probablemente me integre a la neo-oposición, en mi caso para buscar darle el derecho al ciudadano venezolano de sembrar sus propias resultas petroleras. No obstante te reconozco que sin duda será muy grato el ser oposición de alguien respetuoso como Capriles, comparado con serlo de ese gran cacao que solo quiere pulverizar.
Ahora bien, una cosa si te recomiendo, no te dejes ver mucho en mítines oficialistas, puesto que el software actual que existe para la identificación facial, deja chiquito a cualquier lista tipo Tascón. Y no es porque tal lista vaya a ser utilizada por Capriles, sino por cuanto pueda ser usado en algo mucho peor, por ejemplo, por un nieto preguntón... ¿Abuelo, que hacías tú apoyando a ese cacique en julio de 2012, a los casi 14 años de sus desastres? ¿Abuelo, acaso tú eras de los perversos?"