junio 21, 2012

8 de octubre… ¡La mañana siguiente!

Lo que el país más teme es la violencia de anarquía desatada, por lo que no hay límites en los esfuerzos que se necesitan para asegurarle a la población que eso no ocurrirá. Lograr convencerla de eso y luego lograr una transición ordenada, producirá dividendos extraordinarios. 
En tal sentido, el 8 de octubre ¡La mañana siguiente! hay que estar preparado para asegurar que la celebración del triunfo de Henrique Capriles, desde un principio conduzca a la construcción de la patria, y a parar su vergonzosa destrucción. 
En otras palabras debería conformarse un Comité de Celebración, desde ya, que busque iniciar muy tempranito la mañana siguiente, un ordenado proceso de recolección de basura que evite una viral embasurada del país. 
Y ese comité debería establecer el mayor número de contactos con aquellos oficialistas igualmente interesados en la paz y el orden, y quienes en verdad podrían albergar los mismos temores, de ser ellos quienes triunfasen en las elecciones. Una amplia participación en el Comité de Celebración ayudará asegurar su máxima credibilidad y eficacia. 
Y la mañana siguiente hay que comenzar urgentemente con poner orden en la casa de nuestra petrolera, en mi opinión separando lo que es indispensable para el negocio primario en una Pdvsa II, y dejar lo restante en Pdvsa I, para su subsecuente limpieza. En este caso la colaboración tanto de los petroleros anteriores como de los actuales es indispensable. 
Y la mañana siguiente hay que establecer una Comisión que evalúe la legitimidad de toda la deuda pública venezolana. No solo para conocer la situación exacta de nuestro endeudamiento pero también para protestar, como odiosa e impagable, cualquier deuda ilegítima. 
Y la mañana siguiente hay que enviar un mensaje al mundo dirigido a frenar en seco toda retirada o debilitamiento de la voz de Venezuela en foros internacionales, como en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entes con los cuales siempre es posible mantener diferencias, pero que no se abandonan por cuanto siguen estando entre los foros más importantes de conversación global. 
Y la mañana siguiente, como por lo menos ya la oposición lo ha anunciado, hay que buscar permitir las operaciones cambiarias en el mercado paralelo, para así iniciar el desmantelamiento de un sistema cambiario abusivo, que ante nada abusa de los más débiles. 
Y la mañana siguiente, hay que abrir un proceso para asegurar que en todos los órganos públicos de importancia, lo más pronto como sea posible, exista una representación de todos los sectores, tanto de los victoriosos como de los derrotados. 
Y la mañana siguiente hay que iniciar, urgentemente, con la decidida cooperación de todos los venezolanos, la batalla contra la inseguridad, en todos los sentidos. Si hemos de enfrentar problemas económicos serios a causa de una caída en los precios petroleros, lo que no podemos permitir es que la economía criminal y bandolera sea la que tenga las mejores perspectivas de crecimiento. 
Y la mañana siguiente hay que abrazar, consolar e insuflarle fe a los desesperados... esos pobres que invirtieron sus últimas esperanzas en el cacique de turno y que sin duda se sentirán completamente vaciados por dentro. 
Y para lo que hay que hacer la mañana siguiente, estoy seguro que también hay muchas otras propuestas más calificadas que las mías... por lo menos eso espero y por eso ruego. Nuestras necesidades son ilimitadas, nuestros recursos, solo nosotros mismos.