enero 28, 2010

“Muuuuuuuu”… o algo así

Por no tener nada que ver con televisoras no tenía por qué estar enterado de las leyes que se les aplican. Por ello me sorprendió leer que las televisoras de cable que tienen más del 70% de producción internacional quedan exentas de encadenarse, mientras que las que contienen una producción nacional mayor del 30% se les castiga, en términos competitivos, al obligarles transmitir programas sin audiencia. Sin audiencia por cuanto todo quien desea ver una cadena tiene opciones, mientras quienes no quieren verlas deben entonces buscar una producción internacional.

Y luego oi Diosdado Cabello decir que con esa legislación no se pierde ni un solo empleo nacional, lo cual me hace sospechar que sabe aún menos que yo del tema, por cuanto debe ser claro que producción nacional se refiere a producción hecha en Venezuela. Si yo fuese ministro de comunicación venezolano, quizás más bien buscaría lograr que sean las televisoras que tienen menos de 30% de producción nacional las que fuesen los obligados a transmitir las fastidiosas cadenas del cacique de turno, aún cuando la Organización Mundial de Comercio lo catalogase como un proteccionismo descabellado y prohibido.

Igualmente oímos a Cabello declarar, por 23 minutos, a nombre de CONATEL, con la Constitución azul agarradita entre sus dedos, que hará cumplir la Ley de Responsabilidad en Radio y Televisión y que “cada quien asuma su responsabilidad”. Por favor, a qué venezolano se le puede ocurrir otra cosa que a éste tan servil mozo le haya salido lo que pueda tener de suizo leguleyo, si no es por razones políticas. Soy el primero en reclamar el imperio de la ley… pero la ley jamás impera cuando se impone de manera aleatoria.

Y luego me puse a ver la cadena que habría dado lugar a esa inmediatamente retroactiva medida en contra de RCTVI, por suponer que debería haber sido una cadena extremadamente importante. Pero no, de nuevo, oh sorpresa, se trataba de una cadena ridícula convocada explícitamente por el cacique de turno para enviar un mensaje a los escuálidos. “Cadena, viva Venezuela´, bulla-bulla… comenzó la campaña admirable… oligarcas temblad… esa bulla… muuuuuuuu”… o algo así. ¡Qué abuso con televisoras, televidentes y Constitución!

No hay duda que quien usa y abusa del poder del estado de esa manera, está actuando de manera dictatorial. Tampoco hay duda que cuando un gobernante está actuando de manera dictatorial, un ciudadano tiene todo el derecho del mundo de considerarlo un dictador.

Pero las sorpresas no terminaban ahí. El 23 de Enero, justamente celebrándose la caída de una dictadura, al cacique de turno no se le ocurre otra cosa que decir "Exijo lealtad absoluta a mi liderazgo, los que quieran patria, vengan con chávez. Porque yo no soy yo. Yo no soy un individuo, yo soy un pueblo. Estoy obligado a hacer respetar al pueblo." Y yo como venezolano de cierta edad intuía que la Vaca Sagrada que levanto vuelo en 1958 aterrizo de nuevo en Venezuela… “muuuuuuuu”.

Desobediencia civil es siempre mejor que obediencia incivil. Estamos hartos de quienes quieren gobernarnos a punta de vulgaridades, insolencias, kalashnikows o resultas petroleras; muy especialmente cuando tales insurrectos sufren de reconcomios, complejos y desequilibrios tan profundos que hasta creen que los soldados americanos, en estos momentos, están más ocupados invadiendo y ocupando a Haiti que ayudando a Haiti.

El Universal
Noticiero Digital