diciembre 11, 2008

La emergencia 2009

Votaré "No", vez tras vez, siempre, por la sencilla razón de que si un presidente puede eternizarse en un puesto, trabajará por ello, en lugar de hacer su trabajo. Así de sencillo.
El mundo se enfrentará los próximos años a unas dificultades económicas espantosas y desde hace algún tiempo sufro pesadillas de caracazos ocurriendo en todos los países.
El ingrediente número uno para sobrevivir como nación es la unidad nacional pero lamentablemente tenemos un presidente que sólo está interesado en que sus peones sepan que él puede ser el dueño de la hacienda, para siempre, todo para que no se le alcen unos de los suyos que tengan ambiciones. ¿Qué hacemos? Por el bien de todos ignorarlo y reunirnos, todos, ambos lados, en la mitad, para desarrollar los planes para la emergencia.
¿Recortes? Muchos entre otros los gastos militares. Aquí no habrá con que satisfacer a quienes necesitan de consolarse con creer que tienen la fuerza con qué dominarnos.
¿Fuentes de ingresos fiscales? Sin duda, el aumento del precio de la gasolina, siempre y cuando esos ingresos de cobro muy delicado, en lugar de engrosar el erario público central, se destine de manera muy transparente, a propósitos muy específicos, tales como transporte público, hospitales y escuelas y, si sobra, ojalá, algo de pagos por concepto de ayudas directas a los más pobres.
¿Política monetaria? Ortodoxa ya que no hay mucho espacio para maniobrar y menos habrá una vez que haya que salir a prestar ciertos auxilios.
¿Política cambiaria? Un consejo de sabios ángeles que deliberan en vivo por televisión.
¿Fuentes financieras internacionales? En un mundo dispuesto a invertir al 0% en papeles del tesoro de Estados Unidos, al 0% para tener acceso a lo que consideran el último refugio, sin duda que para cualesquiera recursos que necesitemos el resto de América Latina habremos de tener que pasar por Washington, así hayan quienes tengan alergia a ello.
¿Reto político inmediato? El como garantizar la gobernabilidad del país, en una situación de emergencia, cuando el presidente ha sido revocado, de-facto, perdiendo un referéndum.
¿Reto nacional? El cómo sobrevivir ésta emergencia sin tener que hipotecar el petróleo de nuestros descendientes… por siempre.
Pronto tendremos que elegir entre la esperanza que todos seamos venezolanos y la certeza que la mitad o más ya no lo serán…. la esperanza que los mejores nos ayuden subir o la certeza de empantanarnos en la mediocridad… la esperanza de poder vernos a los ojos o la certeza de tener que bajar la mirada… la esperanza de encontrar unas soluciones solidarias o la certeza de tener que pelearnos entre compatriotas por los huesos. ¿Difícil?
Por cierto… ¿dónde podemos firmar los tantos millones que queremos apoyar la solicitud del referéndum sobre la reelección presidencial indefinida para así poder decirle ¡NO! otra vez y quizás así lograr acabar más rápido esta ridícula discusión?