mayo 10, 2007

No salgamos del Banco Mundial

Yo podría llegar haber sido el último Director Ejecutivo de Venezuela en el Banco Mundial (2002-2004), lo cual sería triste para el país. Aún cuando en el futuro Venezuela el mismo Chávez se arrepiente, como hemos visto que ocurre, podría resultar imposible recuperar esa silla que por dos años, cada cuatro años, nos permite sentarnos en la Junta Directiva del Banco Mundial y hablar, no sólo en nombre de nuestro país, sino también, con mucha honra, por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y España.
Aparte de configurar otra distracción que nos quita la vista de la destrucción, Chávez no podría dar ni una sola razón objetiva para salirse del Banco, ya que ni nos cuesta dinero estar representados en él, ni hay una sola cosa que el Banco Mundial le haya impedido hacer (lamentablemente).
La mejor y casi única posibilidad que tienen los países pequeños y en vías de desarrollo de llegar a ser oídos, es justamente asegurando una sólida presencia en los organismos internacionales. Abandonar esos organismos por el solo hecho que no sea tan fácil lidiar con ellos y tirar la toalla rehusando a dar la pelea es como el suicidarse de joven por temor a la vida.
Por supuesto que no es fácil; por supuesto que puede haber muchísimas ocasiones en que nos parece que estos organismos nos traten de manera injusta y de seguro que en muchas ocasiones de hecho así ocurre… pero ¿quién rayos les ha dicho que el mundo es un lugar fácil o justo?
¿Qué cree Chávez? Que fuera de los organismos internacionales, ¿Venezuela tiene más voz? La verdad es que Venezuela tiene poca voz y el hecho que sus gritos hoy se oigan algo se debe casi exclusivamente al amplificador petrolero. Seamos honestos con nosotros mismos, con el petróleo por debajo de 15 dólares por barril, por los momentos no hay presidente venezolano capaz de ganarle en cobertura internacional a una buena miss venezolana.
No sé si aún queda tiempo pero, por amor y respeto a Venezuela, recapaciten esta decisión. En el Banco Mundial se sientan a discutir 185 países del mundo. ¿Quién será el verdadero perdedor si mañana sólo discuten 184? Una palabra inteligente en el seno del Banco Mundial, puede pesar más que miles de congregaciones en estadios. 
Simplemente no sé que le habrán dicho a Chávez sobre el Banco Mundial. ¿Acaso será que algunos que le tienen rabia al Banco Mundial solo por cuanto no hablan inglés y ese es su idioma oficial y le han echado unos cuentos chinos? Que el Banco Mundial frecuentemente es objeto de críticas y manifestaciones por parte de grupos anti-globalización es cierto, pero eso por supuesto no tiene que ver nada con nada.
El mundo se achica. Toda la cartera de préstamos del Banco Mundial suma, después de 60 años, un poco más de 100 billones de dólares lo cual, comparado con los flujos financieros globales, es nada. Sólo los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos les envían a sus países más de 60 billones de dólares anuales y para lo cual obtienen ingresos de más de 400 billones de dólares anuales.
Cada día se centran más en el Banco Mundial discusiones sobre tópicos de importancia global, como por ejemplo mucha de la relativa a los cambios climáticos. Venezuela no debe salirse del Banco Mundial, sino más bien debe ayudar con toda fuerza para que funcione mejor. Un país africano, verdaderamente pobre, tiene hoy todo el derecho de sentirse abandonado por Venezuela, ya que en lugar de unírsele al debate, lo rehúye.
Uno de los 4.292.466 ciudadanos del país sombra.(Insolentemente el CNE aún no termina por contarnos)