Para la próxima
Desde 1997 he publicado 71 artículos sobre el petróleo, sin lograr influir en la redacción de la actual Ley de Hidrocarburos. ¡No importa - clavo pasado! ... ya comenzó la discusión de la próxima Ley y a tal fin les presento un breve resumen de los cambios necesarios.
1. Cuando en la Florida se prohibió la Orimulsión, busqué promover, sin éxito, la idea de colocar en una valla del aeropuerto de Miami, un pequeño mensaje, de pueblo a pueblo, indicando que eso no era la forma de tratar a sus amigos. Resulta indispensable enseñar al ciudadano a participar en la defensa de su principal activo no renovable, por lo que en la próxima, no podemos seguir ignorándolo.
2. Es una vergüenza que a los 26 años de haber nacionalizado nuestra industria petrolera, aún no contemos con un ente creíble, capaz de repartir entre la industria y el Estado los beneficios obtenidos por la explotación, de acuerdo con los intereses a largo plazo del país y sujeto a las realidades de un mercado dinámico. Espero que la próxima logre sustituir el fijar a lo macho los impuestos y las regalías, por el uso del criterio flexible de un Ombudsman Petrolero.
3. Ya se le ha causado suficiente daño al país al desaprovechar los recursos obtenidos por el petróleo extraído, como para arriesgar que la reservas aún no explotadas se dilapiden de manera anticipada. La próxima deberá prohibir toda posibilidad de anticipar rentas fiscales, tales como: el endeudamiento no operativo de PDVSA, las ventas de petróleo a futuro y la negociación de contratos de asociación, que se basen en la obtención de un pago inicial.
4. El petróleo está expuesto a una continua discriminación mundial con los impuestos aplicados a su consumo, los subsidios otorgados a fuentes energéticas alternas y unas normas hipócritas de protección ambiental. Ante esto, el Estado debe conservar intacta la única defensa posible, que es la capacidad de decidir autónomamente los volúmenes de producción, por lo que imploro que la próxima prohíba cualquier limitación a esa capacidad.
5. El Estado venezolano, gracias a la OPEP, ha logrado generar altos ingresos petroleros en las fases primaria de exploración y explotación, los cuales lamentablemente luego son diluidos al incursionar en actividades aguas abajo, que exigen una mayor competitividad. Para la próxima, solicito que las fronteras entre la gestión estadal y la privada sean delimitadas con mayor precisión