julio 24, 1997

Fondos de pensión - ¡Aún NO¡

Durante más de diez años he sido un entusiasta de la implementación de fondos de pensión como los que existen en Chile. He asistido a numerosos seminarios sobre el tema tanto en Chile como en Venezuela. En estos momentos en Venezuela al fín se nota una aceptación casi general de los conceptos y hasta parece que la bendición legal está a la vuelta de la esquina. ¿Porqué entonces no me siento emocionado?
Muchas veces los viejos han conseguido un trato humano y civilizado en sociedades pobres y poco desarrolladas como también se ha visto horrores en sociedades muy ricas y supuestamente desarrolladas. Por lo tanto no se debería establecer una función directa entre la riquexa de un pais y la calidad del cuidado de sus viejos. No obstante resulta evidente que la existencia de recursos económicos facilitan la prestación de un cuidado adecuado y por el contrario la ausencia de estos puede significar convertir en nada hasta las mejores voluntades.
En Chile y Peru y en todos los demas paises en los cuales se han desarrollado los fondos de pension, estos fondos, han sido solo una parte de un conjunto de medidas e instrumentos destinados a devolver la racionalidad económica a sus respectivos paises. El hecho de que por lo menos hasta la fecha dichos paises hayan logrado un fuerte y sano crecimiento económico y por ende los fondos hayan logrado obtener rendimientos excelentes, debe ser un elemento importante para apuntalar su popularidad. Permítame dudar que un fondo de pensión establecido con la mejor reglamentación, manejado con la mayor responsabilidad y sometido a la más eficiente supervisión, tuviese el menor chance de haberse convertido en un ejemplo para otros paises, si tal fondo se hubiese desarrollado en una economía dirigida por Salvador Allende o Alan Garcia.
En Venezuela y para garantizar el futuro de jovenes, adultos y viejos por igual, hace más falta lograr aquellas reformas que permitan asegurar por ejemplo que ingresos petroleros como los de los últimos 20 años no se vuelvan a desperdiciar, que la introducción de unos fondos de pensión. Por el contrario introducir los fondos en las circunstancias actuales y antes de que el pais se haya logrado enrumbar, pudiese parecer un simple complot para lograr desprestigiar una buena idea.
Lo anterior debería también ser considerado por todos aquellos que buscando una actividad económica a que dedicarse, actualmente se pelean el derecho de administrar los fondos. El día en que una nueva generación de ancianos les reclame su mala gestión, de poco les significará argumentar que el Estado (sinónimo de políticos ávidos por recursos fiscales para complementar los menguados ingresos petroleros) los obligó a invertir en papeles de la Nación. Tampoco creemos que tenga poder absolutorio argumentar el no tener nada que ver con las nuevas devaluaciónes que erosionaron los valores patrimoniales.
Asumir la responsabilidad por los fondos de pensión es asunto serio. Aún cuando estoy seguro que el sector privado lo haría mejor que el sector público creo que los resultados que estos pudiesen obtenerse en las circunstancias actuales no serían lo suficientemente satisfactorias. Si actualmente el sector pensante del pais se da por satisfecho con la simple introducción de los fondos, le estaría proporcionando a los políticos, su próxima generación de chivos expiatorios.
Estaría dispuesto a sacrificar para siempre la existencia de los fondos de pensión administrados por el sector privado y hasta aceptar la creación de un nuevo Seguro Social en manos de unos profesionales de CorpoMercadeo, si esto tuviese como contraprestación unas reformas fundamentales. En ciertos momentos estaría dispuesto hacerlo hasta por una simple reforma constitucional que tuviese como objetivo prohibir el endeudamiento externo e interno del sector público. Estoy seguro que el trueque anterior tendría un gran valor para el bienestar de nuestros futuros ancianos.
Finalmente no nos olvidemos que una sociedad siempre implica una contínua asignación y reasignación de recursos. En el supuesto caso de que todos nuestros ancianos (yo incluido) el día de mañana se hubiesen vuelto millonarios (en términos reales) a causa del sistema de fondos de pensión pero que el resto del pais no hubiese seguido por la misma afortunada senda, dejame asegurar que las generaciones que les siguen y con razon, no les permitirán disfrutar tranquilamente su vejez.
Por favor hasta cuando tendremos que oir los cuentos de sirena sobre las posibilidades de obtener rendimientos reales, en un pais irreal.



julio 10, 1997

Una muy sencilla máquina de conteo de votos electorales

La semana pasada leí en alguna parte que la automatización del 70% del proceso electoral le costaría a la Nación unos 134 millones de dólares sin incluir la red de telecomunicaciones y la educación de la población en edad de votar. Esto me trajo recuerdos de las últimas elecciones, cuando salí de la “escuela” en la que ejercía mi obligación y derecho a votar, sintiéndome deprimido porque se había decidido utilizar el armazón, las meras instalaciones físicas de una escuela, sin incorporar lo que en esencia sería una perfecta maquinaria de administración de un proceso electoral, su alumnado.
Cuando observamos los altos niveles de abstención registrados en las recientes elecciones en Venezuela, no sería precipitado suponer que los orígenes de los problemas reales de nuestra democracia son mucho más profundos, y que estos últimos no pueden rectificarse simplemente mediante la implementación de un sofisticado sistema electrónico. sistema de conteo de votos. Si bien la tendencia a una creciente abstención no se revierte, me resulta difícil aceptar que el sistema actual se haya ganado el derecho a recibir una inyección de recursos tan considerable. Las proyecciones de participación electoral en futuras elecciones indicarían que una pizarra y una tiza serían suficientes para el recuento de votos.
Es necesario poner en perspectiva la magnitud de los fondos que se proponen. Estos recursos serían suficientes para dotar a 250.000 estudiantes venezolanos de computadoras modernas que les permitan afrontar el próximo siglo mejor preparados y con mucha más confianza.
Intuitivamente siento que, si delegáramos el control y la tabulación de los resultados de los votos en nuestros hijos, obtendríamos, a una fracción del costo, resultados mucho más rápidos y confiables que los que produce hoy nuestro deteriorado sistema electoral. Esto aseguraría además la incorporación de nuestros jóvenes a nuestro sistema democrático a una edad temprana.
La implementación de esta idea podría tomar varios rumbos. Personalmente creo que universidades e instituciones como el IESA estarían más que encantadas de colaborar. Dado que la Iglesia siempre ha resaltado la importancia de la familia que ora junta, y dado que este concepto también puede aplicarse fácilmente a la democracia, sería lógico incorporar también al clero junto con las asociaciones de padres. Por cierto, me encantaría ver un esfuerzo conjunto de nuestras fuerzas armadas y nuestra juventud para organizar todo lo relacionado con nuestras elecciones. Sospecho, sin embargo, que nuestros políticos no se atreverían a promover un despliegue conjunto de fuerzas tan importante.
De lo que realmente no tengo dudas es a quién deberíamos mantener lo más alejado posible del proceso. Me refiero a aquellos que consideran, como está ocurriendo con la reforma de nuestro sistema judicial, que toda reforma democrática debe comenzar necesariamente con la negociación de nuevas líneas de crédito con el Banco Mundial.
Es muy posible que haya gente que se oponga a esta propuesta, basándose en argumentos de que nuestros niños no están lo suficientemente preparados o que agentes políticos sin escrúpulos simplemente los corromperían. Yo simplemente respondería que estos detractores simplemente no conocen a nuestra juventud. “De que vuela, vuela”. No sólo son demasiado astutos para dejarse engañar (una debilidad que parecen adquirir los adultos precisamente en la edad de votar), sino que también parecen tener un sentido de la democracia mucho mejor que nosotros los adultos. (Nos referimos, obviamente, a aquellos niños que actualmente están siendo educados y no a aquellos que lamentablemente han sido abandonados por la sociedad, fiel reflejo de nuestra propia incapacidad).
Podría ser que estos jóvenes miembros de la sociedad sean demasiado astutos y, como consecuencia, jueguen sucio y nos impongan su propia “agenda”. No creo que esto suceda, pero si realmente sucediera, estoy convencido de que no sería nada malo. Recuerden que deben vivir mucho más tiempo con las consecuencias de nuestras decisiones electorales. Un hombre de sesenta años que elige representantes ineptos para sus cargos sufrirá las consecuencias durante veinte años, sus hijos durante cuarenta años y sus nietos durante sesenta años. Y, ya que hablamos de jugar sucio, ¿qué pasa con toda esta deuda externa que hemos dejado como legado a nuestros hijos y nietos?
Hoy nuestro sistema electoral está totalmente desacreditado. Quizás una inyección de entusiasmo e idealismo juvenil sea exactamente lo que necesita.
Per Kurowski
Padre de tres posibles funcionarias electorales
Traducido por Google del Daily Journal





julio 03, 1997

La economía y el niño preguntón.

La política económica de Venezuela durante los últimos años ha planteado unas serias interrogantes basicas pero que a veces pasan por desapercibidas a causa del fenómeno conocido como el "no ver el bosque por los arboles". Ademas y por cuanto muchas de estas interrogantes por su sencillez resultan casi de naturaleza infantil, las preguntas que generan, frecuentemente reciben respuestas similares a las que a veces ofrecemos en desesperación paterna a nuestros hijos preguntones o sea, "porque asi es y así lo digo yo!.
Por cuanto de verdad creo que el futuro de nuestro pais depende en un alto grado de contestar correctamente algunas de estas preguntas, permítame como un académico, con estudios en varios paises, con postgrado, graduado con honores y como un profesional con larga experiencia en muchas áreas de la economía nacional, por unos breves momentos ocupar el lugar de ese niño preguntón.
Si existe un firme consenso tanto en Venezuela como en el exterior de que nuestra administración pública no ha sido capaz de administrar o, de forma mas precisa, ha sido altamente incapaz en administrar los recursos entonces: ¿Como es posible que la Agenda Venezuela incluya y como un elemento fundamental, un considerable aumento de los ingresos del sector público y como es posible que el Fondo Monetario Internacional recomiende tal acción?.
Si existía una balanza comercial positiva y lo cual normalmente nunca justificaría una devaluación, entonces: ¿Porqué se permitió una mega devaluación (empobreciendo al sector privado y enriqueciendo al sector público) y a quien se le ocurrio clasificar esta medida como ortodoxa.
En general para un país que se encontrase sumergido en una recesión, lo último que hubiesen recetado los economistas, sería un considerable aumento en la carga tributaria.¿Porqué en Venezuela si se procedio a incrementar la carga fiscal y agravando así por supuesto la recesión?
Si existe un firme consenso tanto en Venezuela como en el exterior de que las posibilidades futuras del pais se fundamentan en una disminución del sector público y que tales políticas han sido perseguidas entre otros por grupos neoliberales y para los cuales dichos logros es casi religión entonces: ¿Porque año tras año el sector público solo crece en relación al sector privado?
Hemos de alegrarnos porque gracias a la confianza de los inversionistas logramos vender el proceso de apertura petrolera a muy buenos valores. ¿Porqué no podemos preguntar sobre en cuanto lo pudiesemos haber vendido si los mercados nos hubiesen tenido la misma confianza que por ejemplo le han demostrado a Chile?
Si sabemos que hasta en los países mas desesperados como en las nuevas repúblicas brotadas de la vieja Rusia, se logra a buen precio vender petroleo e inversiones en campos petroleros, entonces: ¿Porqué hemos de alegrarnos en que se haya realizado un ingreso sin ni siquiera haber aclarado para que lo van a usar?
Si durante años hemos despotricado contra toda la banca internacional que "nos engaño" y nos sumergió en un maldito endeudamiento externo, entonces: ¿Porqué hemos de ponernos contentos de que la banca internacional nuevamente nos demuestre confianza y desee darnos nuevos créditos?
Si después de unos cuantos meses de agenda Venezuela, donde la recesión se ha profundizado, el sector público ha crecido, no se ha logrado mayores avances a nivel de necesarias reformas de sectores vitales como justicia, salud y educación, entonces: ¿Para quién trabaja el Fondo Monetario Internacional cuando en su visita de inspección ocular, felicita al país por sus avances, pero eso sí, le recuerda que hay que subir mas el precio de la gasolina?
Si siempre hemos sabido que somos un país petrolero, y que mientras el petróleo durase seríamos un país básicamente rentista, y que muchos de nuestros problemas actuales se debe a que hemos sido malos rentistas entonces: ¿Porqué en la búsqueda de un modelo económico de desarrollo siempre insistimos en abandonar el modelo rentista, en lugar de perseguir un modelo que nos haga buenos rentistas?
Si conocemos que una industria petrolera no es una gran generadora de empleo y que además por mantener la paridad cambiaria alta dificultaría a la larga el mantener la competitividad de actividades económicas intensivas de mano de obra, entonces: ¿Porque nos empeñamos en ser mas papistas que el papa en materia de aplicaciones de políticas neoliberales hasta defendiendo el cobro de peajes para acceder a nuestros parques nacionales, pero nos desmayamos ante la posibilidad de brindarle un poco de protección a ese gran parque nacional nuestro llamado la agricultura?
Para un papa puede ser fácil contestarle a sus hijos las preguntas anteriores con un "pregúnteselo a los economistas" pero entonces: ¿Qué hace un papa economista?