Hay gobiernos que conocen que su responsabilidad con el país es de mantenerlo unido y hay otros que necesitan tenerlo sumido. Me encuentro fuera del país y tuve que seguir todos los incidentes del cierre de RCTV por la pantalla de un pequeño notebook, excusa que uso para explicar que mis ojos aún se encuentran algo lagrimosos. No soy periodista ni mucho menos un medio de comunicación, pero a ese ministro que dice que va a poner presos a quienes reportan el cierre de RCTV como un cierre, le aseguro que tampoco podrá llamarse periodista quien reporte sobre la madre de los cierres de medios de comunicación, a los trancazos y de mala gana, como un simple vencimiento de concesión.
Hasta la fecha Chávez operaba desde cierta posición de altura como un presidente electo como enemigo de lo viejo y malo, lo que le permitía a quienes lo rodeaban o quererlo o por lo menos cubrirse con un camuflaje que reducía el costo social de identificarse como pegados. ¡Ya no! Chávez que hasta la fecha había demostrado habilidades como estratega, cometió el error de bajarse de su colina, sólo para satisfacer un capricho. Quizás en este momento podrá estar gozando su triunfo pero eso es sólo por cuanto aún no se ha dado cuenta del costo de haber dejado a tantos de los suyos decepcionados o desnudos de argumentos.
A partir del cierre de RCTV la frontera entre los venezolanos que pueden ir con la frente en alto y quienes como lacayos declarados ya no podrán mirar de frente a los ojos quedó mucho más definida. Chávez lanzándole la puerta a RCTV no humilló a los cerrados sino a los suyos, quienes antes por lo menos podrían hacerse la ilusión de ser un frente del diálogo pero que de hoy en adelante se saben sólo partícipes de un monólogo, ajeno además. Una sociedad incapaz de debatir sus opciones como país de manera inteligente, a sabiendas que cada una de esas opciones tiene sus pros y contras, irremediablemente se vuelve un país fofo y bruto.
Por lo tanto le ruego a todos los excelentes comunicadores de RCTV que durante su mientras tanto, por el bien de nuestro país, ayuden a crear aquellos círculos de discusión clandestinos y ocultos que nos permitan conservar esa biodiversidad de ideas que todo país necesita.
Finalmente les confieso que los de RCTV, a muchos de los cuales había considerado como unas caricaturas inventadas por Cabrujas, se volvieron hombres y mujeres de carne y hueso, con corazón y cerebro, mientras que los que buscaban justificar el cierre se dibujaron con más claridad que nunca como unos comiquitos(tas) de mala calidad.
Sin duda que el cierre de RCTV le reabrió la puerta al país. Hijos, no les puedo decir que no salgan a las calles pero, por sus padres y por todos quienes tanto los queremos, por favor cuídense mucho y, en nombre de nuestra generación, perdónennos por tenerlos en esto.
Por favor no le demos el gusto a quienes disfrutan, gozan y ganan con que nos odiemos.