Ya se le fue Bush y enemigos generosos como Bush hay pocos. Igualito como a Estados Unidos le hace falta su Rusia roja-rojita, no es fácil manejarse sin un enemigo respetable. Un pueblo no acepta quedarse en un lodo maloliente sólo por cuanto a cualquier tipo por allá le quitan su trufa pero… si a quien le quitan la trufa es un enemigo de los malos-malos buenos-buenos, de repente, con el consuelo de los tontos, se la calan.
Por supuesto, hay que seguir marchando, aun cuando nada o poco cambie, por cuanto el día que ya no marches, te cambiaron a ti, en todo. No obstante quizás haya que darle un vuelco radical a la manera de protestar. Como el presidente-comandante ya no permite alguna oposición que no esté 100% con él… pues de repente, para librarnos de que nos lance sus laticas de gas, hay que estar 100% con él… y revolucionariamente aprender hacer marchas como las suyas; como las que él describe, "llenas de amor, desbordadas de amor" y libres de "conspiradores y resentidos llenos de odio".
Habría entonces que volcar el imaginario de la oposición en organizar "La Gran Marcha del Súbdito Agradecido"; en la cual alabar a quien con tanta responsabilidad asumió ser el patrón de nuestra hacienda; vestirnos todos del todo rojo-rojito que tanto le gusta; tirarle besitos, caramelitos y flores bolivarianas; agradecerle la gasolina regalada y los dólares baratos; prometer dejar de ser testarudos y construirle sus gallineros verticales; recontar como la historia la historia que él nos cuenta; desmentir todos los rumores sembrados por oposicionistas enloquecidos que antes dudaban de su temple democrático y quienes, debiendo estar presos, aún andan por ahí vagabundeando libres gracias al magnánimo benevolente buena gente; dejarnos de esa mala costumbre y falta de educación revolucionaria de cuestionarle lo que a causa de nuestra ignorancia sospechamos pueda haber hecho con nuestras resultas petroleras; y para, finalmente, agradecerle sus discursos de paz que inspiran tanta paz y tranquilidad en nuestras calles.
Y seamos generosos admirando… Llevemos también afiches con las fotos de Cilia y Nicolás (con retoques… para perfeccionar claro está) y de los demás héroes de la más grande y pura revolución que se haya visto el mundo, para el digno orgullo de nuestra digna Venezuela.
Así mismo Globovisión, que tanto tiene de que hacerse perdonar debería, como mínimum minimorum, presentar un "The Bolivarian Idol" para buscar el cantante y la canción que mejor refleje ese maravilloso socialismo comandado del Siglo XXI y donde lo empalagoso no descalifique…sino todo lo contrario. Igualmente, en lugar de invitar a los ya fastidiosos y tendenciosos expertos de siempre, debería hacer una serie de entrevista y reportajes para que conozcamos en adorable intimidad a todos los talantes de la revolución, tales como nuestros ilustres asambleístas.
Eso sí, una vez debidamente posicionada Globovisión y recuperada la credibilidad de su fe en el proyecto, debe televisar un maratón para recaudar fondos para algunas de las causas meritorias a serle presentada por Daniel Ortega.
Para la gran ofensiva del amor… "All we need is love… everybody now! All we need is love… everybody now! All we need is love, love". Love for you Fidel! … Love for you Fidel! - bis.
Por supuesto, hay que seguir marchando, aun cuando nada o poco cambie, por cuanto el día que ya no marches, te cambiaron a ti, en todo. No obstante quizás haya que darle un vuelco radical a la manera de protestar. Como el presidente-comandante ya no permite alguna oposición que no esté 100% con él… pues de repente, para librarnos de que nos lance sus laticas de gas, hay que estar 100% con él… y revolucionariamente aprender hacer marchas como las suyas; como las que él describe, "llenas de amor, desbordadas de amor" y libres de "conspiradores y resentidos llenos de odio".
Habría entonces que volcar el imaginario de la oposición en organizar "La Gran Marcha del Súbdito Agradecido"; en la cual alabar a quien con tanta responsabilidad asumió ser el patrón de nuestra hacienda; vestirnos todos del todo rojo-rojito que tanto le gusta; tirarle besitos, caramelitos y flores bolivarianas; agradecerle la gasolina regalada y los dólares baratos; prometer dejar de ser testarudos y construirle sus gallineros verticales; recontar como la historia la historia que él nos cuenta; desmentir todos los rumores sembrados por oposicionistas enloquecidos que antes dudaban de su temple democrático y quienes, debiendo estar presos, aún andan por ahí vagabundeando libres gracias al magnánimo benevolente buena gente; dejarnos de esa mala costumbre y falta de educación revolucionaria de cuestionarle lo que a causa de nuestra ignorancia sospechamos pueda haber hecho con nuestras resultas petroleras; y para, finalmente, agradecerle sus discursos de paz que inspiran tanta paz y tranquilidad en nuestras calles.
Y seamos generosos admirando… Llevemos también afiches con las fotos de Cilia y Nicolás (con retoques… para perfeccionar claro está) y de los demás héroes de la más grande y pura revolución que se haya visto el mundo, para el digno orgullo de nuestra digna Venezuela.
Así mismo Globovisión, que tanto tiene de que hacerse perdonar debería, como mínimum minimorum, presentar un "The Bolivarian Idol" para buscar el cantante y la canción que mejor refleje ese maravilloso socialismo comandado del Siglo XXI y donde lo empalagoso no descalifique…sino todo lo contrario. Igualmente, en lugar de invitar a los ya fastidiosos y tendenciosos expertos de siempre, debería hacer una serie de entrevista y reportajes para que conozcamos en adorable intimidad a todos los talantes de la revolución, tales como nuestros ilustres asambleístas.
Eso sí, una vez debidamente posicionada Globovisión y recuperada la credibilidad de su fe en el proyecto, debe televisar un maratón para recaudar fondos para algunas de las causas meritorias a serle presentada por Daniel Ortega.
Para la gran ofensiva del amor… "All we need is love… everybody now! All we need is love… everybody now! All we need is love, love". Love for you Fidel! … Love for you Fidel! - bis.