diciembre 04, 2003

Quise firmar

“Muchas veces he sido tildado de chavista, por haber escrito algunas opiniones que sonaban como si fuesen compartidas por voceros del gobierno. Otros me han considerado como anti-chavista, porque también he escrito artículos en su contra. Ese es el riesgo de quienes no somos políticos y que nadamos en la mitad del agitado río actual, rehusando las orillas extremas, aún conociendo el riesgo de morir ahogados.”
Así comencé un artículo titulado “La nueva oportunidad de Chávez”, publicado el 16 de abril de 2002, en el cual, sin demasiada modestia, me permití formularle al Presidente una serie de recomendaciones sobre como debería enfrentar ese segundo tiempo, que la historia le concedía.
Quería estampar mi firma en la solicitud del referéndum del pasado fin de semana, ante nada, por la posibilidad implícita de lograr adelantar una consulta electoral general, que en tiempos de tanta tensión, tiene además un inmenso valor simplemente hasta como una válvula de escape.
Lamentablemente, por cuanto transitoriamente vivo en el exterior, no tuve la oportunidad de ejercer tal derecho, por alguna razón legal que se me hace turbia. Me informaron que había una lista informal donde firmar, con notarios dispuestos a servir de testigos, pero como yo no andaba buscando derechos políticos informales, sino lo que quería era ejercer un derecho formal de ciudadano, no firmé nada.
Ante esta frustración electoral, no puedo evitar recordar el final de mi artículo, donde decía… “Hugo Chávez, agradezca su segunda oportunidad, regalándose la posibilidad de hacerlo bien. Si no lo hace, que Dios y la Patria se lo reclamen.” El referéndum será justamente la oportunidad para quienes lo deseen de hacer efectivo tal reclamo.
No obstante, es bueno recordar que haya referéndum o no; si se fue o se quedó; a la mayoría de los venezolanos nos preocupa mucho más el hacia dónde vamos, que el de dónde venimos. En tal sentido, sería triste pensar que tanto esfuerzo y participación ciudadana acabe con una estéril campaña retrógrada de un verde o blanco o de un estás o conmigo o en mi contra. 
Amigos todos, minorías radicales de ambos lados y mayoría de radicales del medio, regalémonos una enmienda constitucional, que obligue a la segunda vuelta electoral en las próximas elecciones generales. Con tal enmienda podríamos garantizarle al ganador un mandato suficiente, sin la necesidad de limitar el debate político, desde su inicio, a un descolorido blanco o negro.





noviembre 06, 2003

Juntos o revueltos

Si observan a Venezuela y a Colombia en un mapa sabrán, que a la larga, será imposible evitar las múltiples oportunidades que brindaría su integración, por lo que resulta claro que o los dos países se unen, o uno de los dos agarra al otro, o alguien los rejuntará… a lo macho, bajo el paraguas de sus propios intereses geopolíticos. ¿Qué prefieren?
Contemplar como los países Europeos, con todas sus diferencias, siendo las lingüísticas las menores, hoy, a menos de sesenta años de la guerra se subordinan a una comunidad político-económica y andan redactando una constitución común, con el humilde propósito de tratar de mantener su nivel de desarrollo, sirve para destacar la pequeñez de nuestras dirigencias políticas de Colombia y de Venezuela, de ayer y de hoy
Ambos países andan mal, muy mal sin duda, pero en lugar de buscar capitalizar las posibilidades de una verdadera unión de mercados, que permitiera recuperar ese rumbo perdido jamás encontrado, nuestros liderazgos, si es que se pueden catalogar así, más bien se dedican a alimentar y a avivar tensiones, ocultando sus propias ineptitudes.
No es fácil diseñar en el mundo de hoy un plan, que permita simultáneamente alimentar a un pueblo urgido de sueños e inspirar la credibilidad que exigen los mercados. Comprometernos a fondo con la integración y comenzarla estableciendo una cónsona política monetaria, cambiaria y comercial, debe ser uno de los principales componentes de cualquier plan capaz de ofrecernos un futuro mejor.
¿Cómo lo hacemos? Ojalá lo supiese, pero les confieso que no tengo la menor idea… excepto saber que requiere de un liderazgo capaz de subordinar las pequeñeces de hoy a las grandezas del mañana, lo que pareciese muy difícil de lograr en un mundo donde las demandas crecientes de nuestros pueblos por una gratificación inmediata, son superadas por las de la mayoría de nuestros políticos.
No obstante y por aquello de que de toda crisis significa una oportunidad…si pensamos en la tamaña crisis que viven nuestros países, quién sabe si de repente, cuando tantas necesidades materiales se hayan juntado con tantas necesidades espirituales, se lleguen finalmente a dar las condiciones para que podamos despertarnos de nuestro letargo y cumplamos con ese mandato histórico de alcanzar una Gran Unión.
Claro que siempre existe la cuarta alternativa, la peor entre hermanos, que surja un nuevo mundo bipolar con una gran muralla colombo-venezolana como frontera.
El Universal, Caracas 6 de Noviembre de 2003





octubre 23, 2003

¿Nos tapamos?

Venezuela, por el petróleo, tiene ciertos ingresos particulares en divisas que generalmente tenderan a mantener el valor del bolívar relativamente alto, dificultándole competir con el exterior y generar empleo. Desde esta perspectiva limitada, a Venezuela, de forma egoísta, para nada le conviene una apertura comercial.
No obstante y considerando a Venezuela como parte del mundo es indiscutible que solo una apertura comercial general, puede generar el crecimiento económico necesario para abortar el suicidio colectivo que, tarde o temprano, significaría seguir por la ruta de la pobreza y la desigualdad. No es sólo vía lo ambiental que todos estamos relacionados, pero, como ejemplo, basta pensar en lo que pasaría si la población del Amazonas, por necesidad, terminase usando ese tejido pulmonar como leña para cocinar. En tal sentido y por motivos igualmente egoístas, a Venezuela también le conviene una apertura comercial. 
Es este contexto, la pregunta que si Venezuela deba abrirse o no al comercio internacional, mas que una dificultad conceptual, termina siendo una cuestión sobre la oportunidad correcta para ello.
Venezuela y algunos otros, actuando en el interés propio de ciudadanos del mundo, se despojaron temprano de su vestimenta protectiva. Después de Cancún y ante los mínimos avances de la apertura comercial (y laboral) tienen hoy todo el derecho a sentirse como quien, creyéndose participe de un solidario desnudo grupal, descubre ser el único que ha quedado en pelotas. ¿Nos tapamos? 
Por la sola dificultad que existe en establecer la frontera exacta entre lo santo y lo pendejo, como por ejemplo cuando un Buda renuncia a todas sus posesiones materiales, no podemos imponerle a otros una respuesta absoluta. No obstante, para el caso de que decidamos seguir en este campo de nudistas, como mínimo deberíamos expulsar a los vulgares mirones.
Puede ser que sea el proceso actual de la OMC que haga la apertura comercial inviable, por cuanto el solo hecho de que todo necesite ser producto del negociado, mas que un convencimiento de los beneficios, refleja el poder de los negociadores y las dudas de los no creyentes. En tales circunstancias, puede que la única alternativa sea la de constituir un campo de verdadero nudismo comercial, donde solo entren quienes estén dispuestos al Full Monty. Si no… ¡A taparnos! ¡Rapidito! ¡Que me muero de vergüenza!
Per Kurowski
PD. Las referencias a desnudos y campos nudistas son estrictamente alegóricas… tengo tres hijas.
El Universal




octubre 09, 2003

En la luna

Soy un decidido defensor de la OPEP. Si no fuera por ella, probablemente estaríamos entregando nuestras reservas petroleras al mundo por cualquier minucia por encima de su costo de extracción. Quien lo dude... que observe cómo les va a todas las demás materias primas en el mundo. Es más, aun con la OPEP, recibimos sólo una pequeña fracción de su valor. Así, en Europa, de los 150 dólares que el consumidor paga por los derivados de un barril, se reparten: 20 para quien lo refina, transporta y distribuye, 100 para el fisco Europeo y apenas 30 para quien sacrifica para siempre el producto no renovable. Sin la OPEP, seguramente el fisco Europeo agarraría 120 en lugar de 110 y, de los 30 nuestros, nos dejarían 10, si acaso... 
Ahora bien, por cuanto estar en la OPEP requiere, casi por definición, que la industria petrolera extractiva esté 100% en manos del Estado, ello puede dificultar su eficiente manejo. Ya en 1984 alerté de que si Pdvsa no era sometida a un fuerte escrutinio público, tarde o temprano degeneraría en un ente vicioso manejado por falsas agendas, sin importar cuán buena y meritoria fuese la inmensa mayoría de su gente. El único antídoto posible sería la continua vigilancia de Pdvsa de parte de sus ciudadanos-accionistas, de manera directa o vía una Oficina de Defensoría (Ombudsman). 
De hecho, a partir de 1997, con unos 100 artículos, cuestioné una serie de aspectos relativos al manejo de Pdvsa, entre otros, el de la apertura petrolera, que se nos vendió como obligatoria a cuenta de que no había recursos para invertir en la producción y, al final, nos sorprendieron gastando los fondos recibidos en asuntos tan secundarios como la remodelación de gasolineras. 
Jamás recibí una sola respuesta, ni de Pdvsa ni del Ministerio de Energía y Minas, ni de antes ni de dahora, excepto quizás por el regaño que me dio la directiva del CIED, cuando les reclamé que en lugar de investigar asuntos importantes, como las discriminatorias políticas fiscales y ambientales que afectaban al petróleo mundialmente, sólo daban cursitos... que otros podrían dar mejor. 
Al haber leído que ahora la empresa piensa invertir en gasolineras argentinas, una locura para quien, escasa de recursos, debería usarlos para asegurar su capacidad de producción [perdón, extracción], que es lo único con que Pdvsa gana dinero... sólo me resta concluir, que quienes nos preocupamos por saber qué pasa con nuestro petróleo, seguimos donde siempre... ¡En la luna!

septiembre 25, 2003

Por sus frutos los conoceréis

Sin ser muy practicante, soy Cristiano, por lo que siempre he escuchado con atención lo que nos dice la Biblia. Hace poco oí una lectura del Evangelio según San Mateo, que me obligó a reflexionar. La lectura decía: “Por sus frutos los conoceréis.¿Cogen uvas de los espinos, ó higos de los abrojos? Así, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol maleado lleva malos frutos. No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol maleado llevar frutos buenos. Todo árbol que no lleva buen fruto, cortase y echase en el fuego
Como no hay sociedad que aguante una falta de empleos, la principal responsabilidad de un Gobierno debe ser la de fomentar la generación de empleos dignos, por lo que dados los pésimos frutos actuales, estamos sin duda ante un árbol malo. No obstante, tampoco debemos ignorar que los malos árboles del hoy, pueden ser fruto de los árboles malos del ayer.
¿Cómo lograr salir de esta mala selva? No lo sé, pero quizás sea útil recordar algunos de nuestros árboles buenos y, en tal sentido, aún cuando sólo lo haya conocido muy poco socialmente, se me hace que Don Eugenio Mendoza Goiticoa fue un buen árbol venezolano.
Por supuesto que estoy simplificando y de seguro idealizando pero, de no habernos dejado Don Eugenio de manera prematura en 1979, quizás la historia de Venezuela hubiese sido algo distinta, considerando lo que su liderazgo pudiese haber impedido.
En la banca, el ahorrista recibía el 4% en libreta de ahorro o el 8% en cédulas hipotecarias y depósitos a plazo, el deudor empresarial o el comprador de vivienda pagaba 11% y la banca ganaba un margen razonable en un volumen de operaciones grandes. Don Eugenio jamás hubiese permitido solucionar nuestros minúsculos desequilibrios internos, exponiendo a nuestra pequeña economía a los mayúsculos vaivenes internacionales.
La industria y agricultura nacional, si bien no eran ejemplos de eficiencia, generaban los empleos que sustentaba una clase media creciente. Don Eugenio jamás hubiese permitido unas aperturas inocentes e idiotas.
Don Eugenio, con su ejemplo, siempre le hubiese recordado a nuestra clase dirigente sus responsabilidades sociales y seguramente hubiera expuesto a la vergüenza a quienes sólo se dedicaron a la exportación de capitales, sin siquiera saber qué hacer afuera con ellos, excepto perderlos en otras bolsas.
Dicen que nos hacen falta líderes políticos, pero también nos hacen falta líderes empresariales. ¿Dónde están los Don Eugenios de hoy? Necesitamos de su venezolanismo moderno.
El Universal, 25 de Septiembre de 2003




agosto 28, 2003

A rascarnos las espaldas

¿Recuerdan el día de parada? Ese método de aliviar el tráfico, que prohibía la circulación del vehículo durante un día de la semana de acuerdo al número de la placa. Pues nunca me gustó, por cuanto si resulta exitoso, pero el tráfico sigue creciendo, la lógica nos conduce a una calle ciega donde el siguiente paso, cual quinta hojilla de afeitadora, es la de dos días de parada… hasta los siete… donde se tranca todo.
Hay algo de lo anterior en la teoría de que con la globalización se logrará optimizar la economía mundial de bienes, al asegurar que la producción siempre se efectúe a los menores costos marginales. Pero, ¿De qué nos sirve que el costo en un producto atribuible a la mano de obra sea compensado cada día menos, si esos mismos trabajadores no tienen capacidad de comprar el bien que producen? Al final del túnel se observa un mundo de asalariados desesperados, dispuestos a trabajar por lo que sea, pero que jamás tendrán con qué adquirir una razonable porción del fruto de su trabajo… y eso también suena a juego trancado.
El problema no existiría si hubiesen más empleos que trabajadores, pero lamentablemente no es así, como lo atestiguan los millones de profesionales que compiten por puestos como taxistas en las capitales del mundo. Ni siquiera los Estados Unidos han logrado salir ilesos del coletazo de la globalización. Efectivamente, vemos como por primera vez, el crecimiento económico que allí se ha registrado durante los últimos meses ha estado acompañado por un aumento en el desempleo. También encontramos que durante los últimos tres años los Estados Unidos han “exportado” 2.5 millones de empleos a países con salarios bajos, como China. 
No sé cuál será la solución, ¿cómo logramos tener ganancias, aumentar empleos, incrementar sueldos, acabar con la miseria y que todos seamos felices? En ocasiones hasta he jugado con la idea de una macro reforma fiscal global destinada a generar empleos. Sus principios se resumirían en que quien más servicios requiera, más empleo genera y menos impuestos paga. Así, la pizza congelada comida en casa, pagaría un IVA doble; la pizza pedida por teléfono, un IVA sencillo, mientras que la pizza ingerida en un restaurante, estaría no sólo libre de IVA, sino además representaría un gasto deducible del impuesto para cualquier ciudadano. 
Amigos, démonos trabajo el uno al otro…así sea rascándonos la espalda… pero eso sí, bien pagado.




agosto 14, 2003

Las remesas familiares

En recientes publicaciones del Banco Mundial y de otros entes multilaterales, se ha destacado la gran importancia que tienen las remesas familiares para muchos países en desarrollo, como las de El Salvador, por ejemplo, que alcanzaron 1.900 millones de dólares en el 2001. Este fenómeno trae de cabeza a muchos banqueros, quienes buscan ver como atraer parte del negocio financiero que tales flujos representan, desde servicios de transferencia a menores costos hasta la emisión de bonos respaldados por las expectativas de futuras remesas.
Igualmente se estudia el significado para un país pobre de poder enviar a cientos de miles de trabajadores a los países desarrollados, con visas temporales, donde acceden a mayores remuneraciones, lo que incluso pudiera tener un mayor potencial económico que toda la apertura agrícola que tanto se les ha prometido.
Después de permitir que sus mercados sean capturados por suplidores externos, después de permitir el libre flujo de capitales, después de obligarse a respetar fuentes de rentas ajenas, como la propiedad intelectual y patentes y finalmente después de que muchos de los profesionales en quienes han invertido educación han sido capturados por mayores sueldos, parecería que los países pobres tienen razón en solicitar para su mano de obra no calificada un mayor acceso a los mercados globalizados.
No obstante, en las discusiones técnicas, tampoco debemos olvidar el aspecto humano de las migraciones, con los inmensos sacrificios incurridos y la generosidad con que comparten los ingresos con los familiares que dejan atrás. Hace ya más de 150 años que grandes grupos de europeos tuvieron que emigrar, entre otro por las hambrunas de sus países. Se iban sabiendo que no volverían a ver a sus padres, hermanos y a todo lo que hasta entonces conocían y querían. Los emigrantes de hoy, en general, tienen mayores posibilidades de regresar a sus hogares, pero no por ello sus vicisitudes son necesariamente menores y con frecuencia son rechazados y marginados.
En tal sentido, sólo resta quedarse mudo de admiración al observar los importantes montos que los emigrantes de El Salvador y de otros países pobres envían hoy en día a sus casas. No son más que un ejemplo fehaciente de que todavía en nuestros países subsisten los principios de solidaridad y tradición familiar. Puede que sean pobres en recursos, pero gracias a Dios esos países son ricos en valores.
El Universal
Version en ingles

julio 31, 2003

¿Toma usted este referéndum?

Como un radical del medio, que sólo puede opinar mientras impera la razón, dependo del respeto a las instituciones, entre ellas la Constitución. Es por ello que sostengo que tanto imponer un referéndum presidencial a la fuerza antes del 19 de Agosto, como impedir o rehusarse a colaborar efectivamente con su ejecución después de esa fecha, si han cumplido con los requisitos de ley, sería contrario a la Constitución.
Considerando las diferencias entre los bandos contrincantes, es imposible predecir como será la largada el 19 de Agosto. Como los radicalizados se niegan a entender lo del referéndum, he considerado conveniente hacer un paralelismo con el matrimonio, institución ésta, que para su validez y muy especialmente si es por primera vez, requiere del previo cumplimiento de una serie de formalidades y de una respetuosa conducta ciudadana.
Hay un chiste de quien cree tanto en el matrimonio… que se ha casado ocho veces. Obviamente que si creemos en nuestras instituciones, no debemos contemplar la idea de desgastarlas, así que al matrimonio se debe acudir siempre como si fuera por primera y última vez, sin albergar dudas por el pasado o por lo que el futuro pueda traer.
Las épocas cambian, pero en general aún sobrevive en nuestra cultura el concepto del matrimonio doble, el civil y el eclesiástico. Aún me recuerdo…algo así como anteayer… de las precisas instrucciones impartidas sobre el hecho de que si bien el civil daba el título de propiedad, sólo el de la Iglesia confería el permiso de circulación. El respeto formal e informal a los plazos formales e informales, sólo puede fortalecer la institucionalidad del matrimonio y las bendiciones que de él puedan derivarse.
El matrimonio es una institución comprobadamente buena, por lo que nadie debe predicar su eliminación, por el solo hecho de que algunos hayan fracasado. Igualmente, calificarlo de inútil o simplemente darle un mateo en Las Vegas un fin de semana, para luego ver qué resulta el lunes, parece una tontería, dada la importante tarea de reconstruir a la familia venezolana. Mucho menos aún necesitamos de un matrimonio anulado por no haber fijado los carteles a tiempo… 
Amigos, así se estén casando por amor (bueno), por escaparse de sus casas (malo) o sólo para renovar sus votos (válido), debemos respeto tanto a los novios como al matrimonio. Por lo que… volviendo a lo del referéndum, si lo hacen como Dios manda… ¡Sí, lo tomo!
Caracas, El Universal 31 de Julio de 2003







julio 17, 2003

Pónganos donde haya...

Recientemente visité un país de nuestra América, donde sobrevolé un valle, que parecía muy fértil, cual inmensa y tupida alfombra verde, bellamente tejida por cultivos de palma africana. Me entusiasmé, creyendo que al fin había encontrado el desarrollo en acción, eso es… hasta que aterricé.
El contraste entre la maravillosa vista de arriba y la miseria de abajo me gritó a viva voz que la palma africana, lejos de ser un motor de desarrollo, podía ser la madre de las trampa-jaulas de pobreza. Si en cambio tomamos, por ejemplo, un granito de café, puede que valga poco en el campo, pero permite al menos soñar con la posibilidad de capturar algo más de ese valor que se intuye cuando hay quienes pagan 4 dólares o más por una tacita, pero en el caso de la palma africana… no hay sueño posible, sus grasas saturadas, ya de entrada, son clasificadas como poco deseables.
En tal sentido, el difícil cultivo de la palma africana, parecería estar condenado a señalar la frontera del menor costo marginal global, es decir, donde menos tengan que pagar a los agricultores por su trabajo. Su cultivo tiene actualmente tan poco margen, que quizás ni siquiera alcance para pagar un sindicato, así que Señor Planificador, por si acaso, no nos ponga con la palma, pónganos donde haya…
Al analizar los márgenes agrícolas, no debemos olvidar que en la mayoría de los casos en que éstos permiten a los agricultores mantener un nivel de vida decente, ello se debe a que existe algún tipo de subsidio, protección o ineficiencias del mercado. De allí que si nos ofrecen cultivar palma africana en Francia, quizás lo pensaríamos…
Una cosa es ser un productor agrícola marginal y otra, muy diferente, un captor de rentas. En un supermercado de los Estados Unidos encontré 11 variedades de huevos, variando el precio por docena desde 95 céntimos de dólar por la producción de la industria avícola enjaulada, hasta 3.99 dólares cuando certifican que los huevos provienen de gallinas alimentadas orgánicamente y en libertad.
Para los países que hoy cifran sus esperanzas en Cancún y en la apertura agrícola, espero que lo anterior los hagan meditar y se den cuenta de que la sola apertura no hace milagros, si los agricultores paralelamente no cuentan con otras ayudas, como las que ofrecen muchos países desarrollados.
Amigos, si dejamos que la globalización sólo persiga el menor costo marginal de mano de obra, irreversiblemente llegará la Gran Deflación.
El Universal





julio 03, 2003

La cláusula

A partir de esta fecha la República Bolivariana de Venezuela se compromete a no incrementar el nivel actual de deuda pública, así como a no contratar créditos públicos cuyos vencimientos sean inferiores a diez años. Para el caso de incumplir con lo anterior, todos los préstamos públicos vigentes serán considerados de plazo vencido y pagaderos de inmediato. Para asegurar que cualquier gobierno futuro no evada con subterfugios el espíritu de esta Ley, la Nación acepta someterse al arbitraje internacional
...Esta sola cláusula, típica de las aplicadas al sector privado para controlar el endeudamiento de una empresa, permitiría cual por arte de magia que…
Las tasas de interés aplicadas al país bajaren de inmediato y dramáticamente, cuando los mercados internacionales sepan que el país, con su deuda relativamente modesta, está decidido a acabar con la arruga de los vencimientos a corto plazo, cuya necesidad de refinanciamiento ha sido la eterna razón para poder exprimir las altas tasas, garantizándose además que el consecuente alivio en el servicio de la deuda no sea usado sólo como un pretexto para aumentarla. 
La tasa financiera de riesgo país se esfume, cuando las calificadoras de créditos deban clasificar a los pocos días a la deuda pública venezolana como de grado inversión.
La economía quede liberada para todas las iniciativas privadas de individuos, familias, empresas y cooperativas, ya que todos podrían acceder de nuevo créditos en condiciones razonables, lo que hasta la fecha ha estado bloqueado por la voracidad de nuestros gobernantes por ingresos fiscales, así sea incrementando la deuda.
Amigos, estoy seguro de que la cláusula que propongo ayudaría a lanzar a nuestro país por la senda de un desarrollo económico sostenible, pero…¡Caramba! ¡Cómo cuesta convencer a todos nuestros gobernantes, del pasado y del presente, quienes, con su cara tan lavada, condenan las deudas viejas simultáneamente que pregonan las virtudes de nuevos créditos.
Tan fácil que suena, pero... ¿se podrá hacer? ¡Claro que sí! Lo difícil será librarnos de los traficantes de créditos, así como lograr que nuestros eternos cambia-paradigmas terminen por cambiar, así sea siquiera un solito paradigma. 
Puede que aleguen, con razón, que el país estaría cediendo parte de su autonomía, no obstante bien valdría la pena si así logramos decretar la abolición de la esclavitud del crédito público, como antes abolimos la esclavitud laboral. 
Publicado en El Universal, Caracas, 3 de Julio de 2003




junio 19, 2003

¿Radical del medio?

¿Radical del medio? 
Quienes políticamente se sitúan entre los extremos, suelen conocerse como la mayoría pasiva y silenciosa, pero un radical del medio no es ni pasivo ni silencioso. … sin ser gritón, peleón o vulgar. 
El radical del medio no permite que unos pocos extremistas coloquen al país al borde de una guerra civil y, cual buen padre de familia, los colocaría ombligo con ombligo en una jaula en la Plaza Bolívar, televisado, hasta que salgan amigos y compatriotas. 
El radical del medio considera que la Nación necesita hacer responsables a los responsables y “caiga quien caiga”, despediría a funcionarios públicos, por simple ineptitud, así como pondría presos, tanto a quienes incurran en corrupción como a los que atenten contra los intereses vitales del país mediante huelgas.
El radical del medio sabe que sin un Estado fuerte y eficiente (lo que no significa grande) y un sector privado dinámico, no sobrevive la Nación. Conoce que la excelencia educativa es necesaria para propulsar el país, pero que sin una buena educación general, su valor es nulo, ya que sin unos buenos compatriotas, nada hacen los genios.
Asimismo, para él, la grandeza y fortaleza de la Nación se mide en términos del trato digno que se le dé al pequeño y débil
El radical del medio se preocupa tanto por la fuga de cerebros, como por la fuga de corazones. En la globalización ve oportunidades y amenazas y no acepta propuestas o impuestas, vengan de donde vengan, por muy a la moda que estén, sin hacer su análisis crítico.
El radical del medio sabe que con la ayuda de la OPEP el petróleo ha logrado generar ingresos fabulosos, que lamentablemente PDVSA y los gobiernos han despilfarrado... y considera que hay mejores soluciones que vender el sofá. Está convencido de que la deuda pública, en promedio, jamás servirá para algo por lo que desea su eliminación y busca las inversiones extranjeras, pero sólo cuando haya logrado asegurar la voluntad de las nacionales.
El radical del medio sabe que el país no se rescata desde las trincheras y ha marchado contra el gobierno, pero también se ha abstenido de hacerlo, en oposición a la oposición. Respeta la Constitución vigente, el derecho de hacerle cambios y ante nada la Democracia … ya que ésta fue diseñada justamente para él... ya que sólo él puede cobijar y darle representatividad a las minorías de ambos extremos. Su lema actual es “Ni Habana, ni Miami… CARACAS”

PS. Más sobre la necesidad de evitar la fuga de corazones






junio 05, 2003

Una insostenible sostenibilidad

Una insostenible sostenibilidad
En el mundo académico de las finanzas internacionales se ha puesto últimamente de moda calcular lo que se conoce como el Nivel de Deuda Sostenible (NDS), que como podrán deducir, tiene que ver con la deuda pública, que puede tener un país sin entrar en crisis. Normalmente el NDS se calcula con relación al tamaño de su economía (PNB) o a las exportaciones del país.
Independientemente del enfoque científico que se le quiera dar al concepto de NDS, a los ciudadanos de países donde se evidencia la poca o nula productividad del endeudamiento público, esta moda debe parecerles algo obscena.
Si un crédito está bien otorgado, el crédito se repaga y el nivel de deuda no llega ni siquiera a ser un problema. Sólo los créditos malos o mediocres, aquellos que no generan su propia capacidad y fuente de repago, son los que se acumulan, por lo que se podría decir que lo que en realidad se está calculando con el NDS, es el nivel de créditos malos que pueden enchufársele a un país. Un país en desarrollo, con necesidades reales, francamente no puede darse el lujo de cancelar ni un céntimo en intereses por un nivel de deuda surgido de una serie de créditos, que en promedio son improductivos.
Desde la perspectiva anterior y visto que en verdad de lo que se trata es de sostener algo que debería ser insostenible, la pregunta que queda en el aire es si no sería preferible traspasar ese nivel y buscar librarnos de una vez por todas de esas hipotecas, en lugar de condenar para siempre a las futuras generaciones a vivir bajo la carga de un NDS perfectamente bien calculado… ¿Cuánta tortura aguanta el torturado antes de desmayarse?
¿Pero quién les manda a endeudarse?… preguntan quienes de sobra conocen la tentación que los créditos encierran para los políticos. En China, a los enemigos se les desea que vivan en épocas interesantes; en Argentina, por el sufrimiento provocado por un excesivo endeudamiento, parece que su enemigo les deseó la confianza de los mercados internacionales...
El día en que el país se coloque firme e irrevocablemente sobre la senda de cancelar totalmente su deuda, ese día se le abrirá un espacio inmenso de oportunidades al país. Lamentablemente no será fácil por cuanto uno de los ingredientes mágicos, que hace tan adictiva a la deuda pública, es aquél, que no obstante que se vocifere en contra de la deuda anterior, crea la ilusión de que los créditos nuevos sí serán buenos.






mayo 22, 2003

Parque del Este

Parque del Este
Caminando por el Central Park de Nueva York me encontré con un joven con una franela con el Avila estampado, visto a través de palmeras y me digo… ¡Tiene que ser! ¿Oye, eres caraqueño? No, mi ser de London. ¿Y esa franela? ¡Es Parque Este, este mejor parque mundo! … Este sueño podría ser verdad…si quisiéramos.
Sueño con tener un Parque del Este pulcro, sin tiña, con una caminería perfecta, con instalaciones refrescadas y con usuarios comportándose tipo “cero tolerancia”, lo que, a mi juicio incluye hasta abstenerse de las vulgaridades, que hace a veces que nuestras jóvenes y no tan jóvenes, parezcan cloacas desbordadas.
Sueño con que el Parque, por si sólo, sea un atractivo turístico para Caracas; donde las novias quieran celebrar sus bodas; lleno durante los días de semana de escolares, políticos y ciudadanos aprendiendo civismo y de noche, seguridad mediante, convertido en el lugar predilecto para cenas tropicales. Sería fuente de cientos de empleos y un lugar ideal para reunificar al país.
Por supuesto que lo que veo es un parque público y no un parque de atracciones o un parque comercial… aún cuando hay ciudades donde casi lo han logrado combinar, como con el Tívoli en Copenhagen.
Si aceptamos que las vistas del Parque, su clima, su vegetación, su infraestructura (pagada por el petróleo) significa el 95% de lo que se requiere para estar entre los grandes parques citadinos y que todo esto nos lo regaló Dios, inclusive la inspiración de su arquitecto; ¡qué vergüenza entonces, que nos resulte tan difícil poner ese último 5% que nos corresponde a los venezolanos!
Si también reconocemos que muchos gobiernos han hecho serios intentos por levantar la calidad del Parque, sin lograrlo sosteniblemente, es evidente que no podemos refutar la falta de responsabilidad de nosotros, los usuarios. 
En tal sentido, creo que debemos comenzar por organizar a los Amigos del Parque del Este, para así encontrar la manera de cómo relacionar productivamente a los usuarios del Parque con las autoridades, Inparques. Para que ese esfuerzo cívico sirva para algo, siempre debemos tener presente, que el único y verdadero protagonista del caso debe ser el mismo Parque del Este y jamás sus amigos o superintendentes, como suele ocurrir. 
Amigos del Parque del Este, Venezuela tiene muchos problemas y ocupándonos del Parque del Este no los vamos a resolver, pero es un buen sitio para algunos comenzar.



mayo 08, 2003

Basilea

Basilea
Negar un crédito por sólo buscar reducir la vulnerabilidad del sistema financiero, podría significar la pérdida de una oportunidad única para lograr el crecimiento económico.
Todo desarrollo implica riesgos, por lo que su camino, por definición, está regado de quiebras y lágrimas, enmarcados en el vaivén humano de un pasito para adelante y 0.99 pasitos para atrás. Puede entonces que la mejor manera de regular sea permitiendo que también algunos bancos quiebren, antes de que sus problemas se hayan calcificado o sean demasiado grandes.
Es posible que los países desarrollados jamás se habrían desarrollado bajo el yugo de una regulación financiera puritana y de allí mi insistencia desde 1997 en la necesidad de que la perspectiva del desarrollo sea considerada al momento de regular. Parafraseando a alguien; la regulación del sistema financiero es demasiado importante como para dejarla en manos de reguladores y banqueros.
Además, en un mundo que tanto predica las bondades de la mano invisible del mercado, con sus millones de mini-reguladores, nos extraña que Basilea delegue, sin rechistar, tanta responsabilidad en las manos de unas muy pocas y muy falibles calificadoras de créditos.
Basilea ha sido recientemente objeto de importantes críticas:
El Banco Mundial en su “Desarrollo Financiero Global del 2003”, refiriéndose a las nuevas formas de calcular los requerimientos de capital, conocidas como Basilea 2, alerta tanto sobre el riesgo de que se encarezca y dificulte aún más el acceso de los países en desarrollo a fuentes financieras, como que se favorezca a los bancos internacionales en perjuicio de los bancos domésticos.
El Dr. Alexander Kern de la Universidad de Cambridge declaró recientemente en un seminario organizado por el G24 (países en vía de desarrollo), que por cuanto las normas han sido desarrolladas casi exclusivamente por los países Europeos (G10), carecen de la transparencia y legitimidad necesaria, como para aceptar que estén sujetas a un proceso de legalización internacional quasi obligatorio.
El Contralor de la Moneda los Estados Unidos y encargado de supervisar el 55% de la banca de su país, declaró su inconformidad con las normas de Basilea 2 e incluso dijo que puede que ellos simplemente las ignoren.
Amigos, quizás convenga incluir en todas las enciclopedias que emita Basilea: “Advertencia, el exceso de regulaciones bancarias de Basilea puede ser muy perjudicial para el desarrollo de su país.

PS. Profundamente arrepiento no haber titulado éste artículo como "Vacilea"



abril 24, 2003

El handicap financiero

El handicap financiero
En las carreras de caballo, para tratar de igualar las posibilidades de triunfo entre los competidores, frecuentemente se usa el sistema de handicap, que implica ponerle un mayor peso a los ejemplares, que han demostrado mayor capacidad de ganar. El mundo de las finanzas no es tan benévolo, allí se le impone más peso a quienes, según el mercado, tienen menos perspectivas… presentan mayor riesgo.
Cada mañana cuando un venezolano sale a construir su futuro y el de su Patria, bien sea servidor público o privado, carga sobre sus hombros el peso del riesgo país (RP) que ese día hayan fijado los mercados financieros. Ese RP, que en principio se calcula sobre la base de cuántos intereses más requiere el mercado por la deuda pública externa de Venezuela, comparada con una similar en los Estados Unidos, se ubica actualmente en los 11% - 14%.
El RP afecta no sólo al sector público, sino que se filtra por toda la economía. Efectivamente, vemos por ejemplo como un privado, que desee contratar deuda externa y si no tiene garantías externas que ofrecer, deberá pagar su tasa de interés normal, más el RP. En materia de tarifas de servicios públicos, los modelos indican la necesidad de retribuir al inversionista con un margen de ganancia normal, más el RP.
Un RP alto es una contaminación económica, que tapa todo y que impide respirar con normalidad. Si Venezuela desea recuperarse de este enfisema económico, no hay mejor camino que reducir el RP rápido y considerablemente.
Obviamente que el RP tiene muchas causas y muchos orígenes pero la principal está generalmente relacionada con la capacidad de servir la deuda pública del país.
En tal sentido, les garantizo que de sólo lograr distribuir la amortización de nuestra deuda pública sobre un plazo mucho más largo y garantizarle al mercado que esto no se hace para aumentarla luego, debido a lo relativamente modesto de su tamaño, rápidamente podríamos lograr que nuestra deuda fuera clasificada con grado de inversión, lo que reduciría el RP considerablemente.
Todo lo que hace falta es un poco de voluntad y unidad. Si las partes en discordia insisten en preferir pelear sofocados y fallos de respiración, pues así será. No obstante, estoy convencido de que el oxígeno que produciría reducir el RP beneficiaría tanto al Gobierno como a la oposición, por no decir al resto de nuestro país, que tanto lo necesita y merece.
El Universal




abril 10, 2003

Aprendamos de Florencia

Aprendamos de Florencia
Con el perdón de los florentinos, su ciudad es como el Magic Kingdom del Renacimiento. El inagotable flujo de turistas, hoteles, los precios y las colas de las atracciones, comidas, souvenirs, todo hace pensar en quién se copió el modelo de negocio de quién, entre los Médici y Disney. En mi opinión, no sólo son los gelatos de Florencia más ricos sino que además, con la posible excepción de Goofy, el David de Miguel Angel y los frescos de Fra-Angélico le ganan por mucho a Mickey, Pluto y a los demás. 
¡Qué herencia le dejaron los Médici a su ciudad! La economía florentina siempre será fácil de manejar, ya que lo único que tiene que hacer su Mac Pato es fijar los precios de las entradas. La única nubecita puede ser la cantidad de inmigrantes ingleses, venezolanos, alemanes y otros, que buscan aprovecharse de la infraestructura…¿qué hubiera opinado Machiavello sobre entrar en la Unión Europea? 
Sabemos que nuestro país, con todas sus posibilidades, aún no ha logrado dar pie con bola para desarrollar su turismo y esto jamás lo resolveremos nombrando ministros, que se dedican a contratar campañas de publicidad o a visitar a Orlando y Florencia. No propongo que unos Médici sustituyan a nuestros gobernantes, eso lo podemos discutir otro día, pero mientras tanto podríamos copiar a los expertos. 
En tal sentido, y como en Florencia hace 500 años, donde usaban el sistema de concursos para asegurar las mejores propuestas artísticas para adornar la ciudad… hagamos un Gran Concurso. 
Un Gran Concurso para elegir un Gran Equipo y un Gran Plan para el desarrollo estratégico y manejo del sector turístico para los próximos 30 años con su estimación de costos y resultados. 
Un Jurado calificado debería elegir las tres mejores propuestas y someterlas a un gran debate público, televisado. A los perdedores se les entregaría un premio importante y a los ponentes de la propuesta ganadora se les encargaría de ejecutarla por 30 años contra un importante presupuesto anual, fijo, indexado y garantizado. 
Como los concursos públicos televisados cuentan con alto rating, puede que este concurso sirva además para crear puentes novos en nuestra dividida sociedad. 
La Catedral Santa Maria del Fiore duró mas de 100 años en construirse y por mucho tiempo, su Duomo se consideraba imposible de construir. Así que amigos, no perdamos la esperanza de encontrar un ingenioso Brunelleschi criollo para nuestro Helicoide.




marzo 27, 2003

Petróleo vs. hidrógeno

Petróleo vs. hidrógeno
En los Estados Unidos, por enésima vez, fueron anunciados hace poco unos nuevos y mejorados planes, que supuestamente asegurarían el triunfo próximo de la “esperanza blanca” de las fuentes de energía, el hidrógeno. Por enésima vez, salieron también nuestros pajarracos de mal agüero, lloriqueando que como el petróleo estaba a punto de perder importancia, básicamente habría que regalarlo, para evitar así la desgracia nacional de que se nos quede frío en el subsuelo venezolano. 
¡Pues ya me harté! Públicamente declaro que los considero unos pobres idiotas… salvo que demuestren tener unos intereses particulares, que justifiquen su proceder, en cuyo caso accedería a catalogarlos como poco venezolanos …en lugar de idiotas. 
No entiendo qué se persigue, pero en un país dividido, como el nuestro, es obvio que ni los intereses de la Habana, ni los de Miami podrán ayudarnos a amalgamar nuestra Patria… para esos fines sólo sirven los intereses de Venezuela… un país petrolero. 
En consecuencia, el día que surja un sustituto energético del petróleo…ese día veremos. Mientras tanto, por favor, como venezolanos, tenemos la obligación de defenderlo con las uñas contra quienes nos prohíban la Orimulsión; contra quienes le apliquen impuestos discriminatorios de más del 400%; contra quienes se embolsillen los márgenes y contra quienes de una u otra forma atenten contra nuestra capacidad de producción. 
De seguro que los ingresos petroleros no le han servido al país. No obstante, no se debe confundir la gimnasia con la magnesia y, en tal sentido, lo que hay que buscar es como mejorar el uso de los ingresos, ya que la teoría de que es preferible desperdiciar barriles que desperdiciar dólares, es francamente intragable. 
Ahora bien, para su consuelo les cuento que en otros lares también hay idiotas, aunque más bien esos busquen ser pájaros de buen agüero. Así vemos como el Wall Street Journal dedicó todo un artículo dirigido a sus ilusos donde alertaba que lo del hidrógeno, en el mejor de los casos, sería quizás entre el 2030 y el 2050 y que en todo caso, la mejor manera para producir hidrógeno seguía siendo con el petróleo. 
Compatriotas derrotistas, llegado el siglo del hidrógeno, si nos aplicamos, quizás logremos vender la gasolina al mundo, no a los 23 centavos por litro de hoy, sino a 2 dólares, al mismo precio que actualmente pagamos… por una agüita Europea.




marzo 13, 2003

Hacia unos laboratorios mundiales

Hacia unos laboratorios mundiales
Pocas cosas inspiran tanto a cuestionar la globalización, con el corazón, como ver a un padre frente a una farmacia sin poder adquirir la medicina, que necesita su hijo enfermo, porque aún cuando el costo directo de ésta sea de sólo de 2.000, su precio, a cuenta de las patentes, es de 20.000. No obstante, con el cerebro, todos reconocemos que sin las patentes, que les garantizan a los laboratorios un monopolio temporal con el cual recuperar los costos de desarrollo, seguro que habría mucha menos inversión en el campo de las investigaciones medicinales. Como siempre, el reto para la humanidad, está en lograr agudizar el cerebro, poniéndole mucho corazón.
Cuando oímos a la industria discográfica defender sus derechos de propiedad ante la piratería, a veces sentimos que buscan darnos mala conciencia, haciéndonos pensar en ese pobre músico, que no logra cosechar el fruto de su talento y esfuerzo… haciéndose los locos ante el hecho de que de su margen de 18.000, el músico recibe la menor parte. 
En tal sentido y buscando cómo encontrarle una solución al dilema de las medicinas, quizás deberíamos comenzar por analizar los componentes del margen, muy especialmente el de los impuestos, por cuanto parecería evidente que ese pobre papá, aún cargando con su cuota parte del gasto de desarrollo, no tendría porque tener que pagar ni un solo bolívar al fisco de otro país extraño, quien quizás lo use para proveerle medicina gratis al hijo de un padre más afortunado.
Hoy, cuando el mundo desarrollado nos ha logrado convencer sobre el valor global del respeto a las patentes, puede que sea hora de analizar si el concepto de la globalidad no debería ser aún más amplio, clasificando todo desarrollo de medicinas como un bien público mundial. En consecuencia, de la misma manera que la selva Amazónica no le cobra al mundo por purificarle su oxígeno, ningún país debería cobrarle impuestos a los laboratorios, ni a quienes trabajen en ellos. 
Lo anterior sugiere situar a los Laboratorios en una especie de jurisdicción mundial, lo que también podría facilitar la solución a problemas tales como cuando se necesita vender medicinas a precios diferenciales a quienes sencillamente no tienen con qué, así como para asegurar la investigación de enfermedades, que jamás generarán una capacidad de amortizar el desarrollo, como ciertas variantes del SIDA en el África.






febrero 27, 2003

Energía Social

Energía Social
La mejor ubicación para sembrar un árbol a fin de que le dé sombra al mayor número de personas posible, incluyendo a extremistas, es en el centro. De allí que lamentemos el haber sido víctimas por décadas de un debate, que sólo ha buscado sembrar en los bordes del terreno ideológico. Así vemos, por ejemplo, como en el caso de la distribución eléctrica, sólo se contemplan dos opciones: 100% estatal o 100% privada… no obstante existir alternativas intermedias, como empresas municipales y cooperativas de consumo, que funcionan excelente en tantos lugares del mundo.
Salga sapo o salga rana, nuestro país necesitará de una inmensa reconstrucción social y una de las rutas que podríamos ensayar, es buscando nuevas alternativas para organizar nuestra distribución eléctrica. Además, la falta de recursos se ha agravado y si no hay dinero, sólo queda echarle pecho al asunto. 
Creo que hoy, cuando todo el país se encuentra paralizado en un ¿por dónde comenzamos? muchos podrían ver con agrado el que algunos municipios o asociaciones de consumidores levanten su mano y digan “de esto mejor nos encargamos nosotros”. Quizás entonces volvamos todos, todos juntos, a la tarea diaria, rutinaria e interminable de hacer Nación.
¡Es muy difícil!...dirán. ¡No! La Ley les brinda todas las oportunidades a este tipo de iniciativas y, para su implementación, sólo agarren al próximo funcionario frustrado de Cadafe que vean y pregúntenle… ¿No quieres venir a trabajar directamente para nosotros?
Y con estas iniciativas no me refiero sólo a Cadafe. En Margarita, donde de pronto no habrá con qué subsidiar el petróleo que usan para generar su electricidad, o la Mancomunidad de la Isla corre a ver como consigue un nuevo cable submarino para acceder al Caroní, o se las van a ver aún más oscuras.
¿Y en Caracas? Dado que los actuales accionistas de La Electricidad de Caracas ya le extrajeron gran parte de sus reservas patrimoniales, en lugar de pagar pasivos externos y que ello afectará no sólo los resultados financieros de la empresa, sino su capacidad de acometer nuevas inversiones, es obvio que la colectividad de consumidores debería ir pensando en qué hacer.
El árbol del medio no excluye lo de 100% estatal o 100% privado. En Venezuela, el manejo de las reservas hidroeléctricas son por naturaleza una función del Estado. Por cierto, al depender el país en un 70% del Caroní, resulta indispensable asegurar que, so pena del más severo castigo, nadie pueda, por acción u omisión, poner en peligro esta fuente de energía.
¿Y 100% privado? ¡Claro que sí!… pero deberían usarse procesos de adjudicación muy distintos a los actuales. Lejos de buscar el comprador que más dinero le ofrezca al Gobierno Central, porque ese monto se maximizaría recargando las tarifas, podría contemplarse la entrega en concesión de los activos o de las empresas a los grupos, que habiéndose comprometido con un plan de inversión, ofrezcan cobrar la menor tarifa promedio. Eso sí, grupos venezolanos, para así no generar una deuda externa cada vez que prendamos la luz.
El Universal