septiembre 25, 2006

El dólar debilucho y Venezuela

No hay duda que Estados Unidos tiene un déficit fiscal gigantesco tanto en su cuenta fiscal como su balanza de pago comercial. Hasta la fecha no han sufrido nada por ello al encontrar un mundo dispuesto a financiarlos, entre otros para seguirles exportando con el mismo ímpetu. Es difícil explicar el asombroso apetito del mercado actual para comprar dólares cuando aún el propio gobierno de los Estados Unidos le dice, por ejemplo a China, que el dólar vale un 30% menos de su precio actual. No obstante sabemos que estos déficit son insostenibles.

Recientemente oímos a Chávez burlarse de las debilidades del dólar repitiendo los argumentos que sus muy desarrollados oídos han logrado captar en el debate mundial. De lo que no tiene la más remota idea Chávez y por lo cual justamente él debería quedarse bien calladito, es que la manera más efectiva para los Estados Unidos solucionar sus problemas en el corto plazo, es simplemente buscar reducir su consumo de gasolina y lo cual afectaría muy negativamente los intereses a corto plazo de Venezuela.

De aplicar los Estados Unidos un impuesto al consumo de la gasolina equivalente a los que se aplican en Europa ese país tendría un ingreso fiscal adicional de unos 300 billones de dólares; impactaría de inmediato de manera muy favorable su balanza comercial; lograría reducir su dependencia del petróleo y de paso estaría cumpliendo con la demanda de todos los ambientalistas del mundo relativo a que los Estados Unidos disminuya su consumo de gasolina. Como petroleros que somos no debemos olvidarnos que los Estados Unidos consumen casi tres veces más petróleo per cápita que Europa y trece veces más que los de China.

La tarea de liberar a los Estados Unidos de su adicción al petróleo es muy difícil ya que los americanos están embobadamente enamorados de sus carros y por lo tanto de la gasolina barata. Hasta Al Gore ni siquiera se atrevió mencionar los impuestos a la gasolina en su película Una Verdad Inconveniente.

Pero las cosas pueden cambiar o cuando de verdad los costos de los desequilibrios así lo obliguen, o cuando se consigue un catalizador de voluntades como quizás resulten las palabras de Chávez en las Naciones Unidas.

La economía mundial necesita que Estados Unidos resuelva sus problemas de déficit fiscal y de balanza de pagos así como también la delicada situación ambiental del mundo con sus amenazas de recalentamiento global exige que los Estados Unidos disminuyan su consumo de gasolina. No hay nadie en Venezuela que pueda demostrar haber peleado tanto contra los impuestos de la gasolina como yo y si quieren evidencia simplemente vayan a esa pagina Web www.petropolitan.org.ve que abandonada aún flota por ahí. No obstante igualmente les debo reconocer que si yo fuese americano, hoy estaría vociferando frente a la casa blanca a favor de un impuesto a la gasolina.

Esos impuestos a la gasolina, querámoslo o no, pasarán de una manera u otra por la chequera nuestra, esa que actualmente esta en poder de Chávez. Como venezolano estoy seguro que el petróleo debe valer 100 dólares, o más, pero eso no quita que para nada me sorprendería que también pudiesen caer a 20, especialmente si los Estados Unidos, animados por las ganas de castigar a Chávez, corrigen aquello de lo cual hoy Chávez se burla.