Cuando de nuevo leemos sobre las vergonzosas condiciones que rigen en las cárceles en muchos de nuestro países latinoamericanos no queda mas remedio que recordarle otra vez a nuestros jueces que cada vez que envían un reo ahí, puede ser igual como si enviasen alguien a un campo de exterminación tipo Auschwitz. ¿Quieren que los ciudadanos los demandemos en La Haya? Cuando comprenderán quienes buscan reformar nuestros sistemas judiciales que para que exista justicia es más importante que existan unas cárceles decentes a que una Corte Suprema de Justicia se ubique en un edificio impresionante.
El Universal, 24 de Mayo de 2005