El Dr. Ricardo Zuluaga, para quien la venezonalidad de la Electricidad de Caracas (EdC) le corre por sus venas al ser hijo de su fundador, finaliza unos comentarios suyos sobre la reciente OPA diciendo: “Es el precio de pensar en grande, de globalizadores pasamos a globalizados”. Creo que nadie, excepto los más extremistas Darwinistas económicos, puede leer esas declaraciones sin que se le forme un nudo en la garganta.
De la misma manera como, con honor, valentía o estupidez, o una mezcla de éstas, las caballerías polacas enfrentaron los tanques de Hitler, Venezuela se ha lanzado a la globalización, y hoy, sin que ocurra de manera tan pública como con la EdC, presiento que todo el país está sujeto a una OPA hostil, por lo que ya muchos de los accionistas minoritarios han vendido y se han mudado al exterior.
Antes de tirar la toalla y simplemente buscar el mejor precio de venta, creo que los venezolanos, aún aquéllos como yo, que por ser de primera generación no podemos hablar mucho de que nos corre sangre venezolana por las venas, tenemos la obligación de seguir y seguir buscando fortalecer las defensas de nuestro país. Lo que sigue es otro esfuerzo, puede que de poco significado, pero que, piedra a piedra, espero ayude a construir una línea de defensa más efectiva que la Línea Maginot.
Vivimos en un mundo donde si bien hay escasez energética, Venezuela, sin embargo, es un país donde ésta abunda. Igualmente, vivimos en un mundo donde cada día es mayor la renta que los países desarrollados derivan de fuentes como los derechos de propiedad intelectual, marcas y patentes, pero donde Venezuela, no sólo que ni los tiene, sino que, tal como están las cosas, tampoco tiene perspectivas realista de conseguirlos.
Lo anterior evidencia, con toda claridad, la necesidad que tenemos de desarrollar, desde nuestra muy propia perspectiva nacional, una capacidad de análisis sobre una serie de tópicos nuevos relacionados con la economía global.
Hace pocas semanas, en un artículo que titulé: “Nuevas profesiones venezolanas para un nuevo milenio”, señalé la importancia de que nuestras universidades revisen la vigencia de los pensa y de las carreras que hoy ofrecen. En esa ocasión, también sostuve que la sola posibilidad de introducir nuevas áreas de estudio, serviría para estimular las reformas, que de todas maneras se necesitan introducir con urgencia en nuestro sistema de educación superior.
Hoy, como complemento de lo anterior, propongo establecer un centro nacional de información, un portal para asistirnos en la búsqueda de información en la Internet, sobre asuntos y desde la perspectiva de Venezuela.
El Portal Venezuela, como pudiera llamarse, en su fase inicial podría estar conformado por una serie de buscadores, conocidos en inglés como search engines, con el objeto de rastrear y ubicar toda la información existente, que cumpla con ciertos parámetros indicados. Ahora bien, considero que esos buscadores deberían ser especializados por cuanto, en la actualidad, la mayoría de los existentes en la red, como lo son Yahoo, Altavista y tantos otros, no son lo suficientemente eficientes, dado su diseño general. Se requiere de un buscador, capaz de ordenar la información, según el tema, en unidades de estudio fácilmente identificables, que evite dentro de lo posible las repeticiones que surgen cuando un documento es identificado en muchas formas y que igualmente asegure la existencia real del documento.
No propongo crear una OCEI virtual burocrática, sino más bien visualizo la posibilidad de que cada universidad venezolana se responsabilice por alimentar y supervisar un buscador especializado para una materia específica, contando para ello con la asesoría de una empresa de servicios altamente capacitada, que luego será la encargada de agrupar los distintos buscadores en El Portal Venezuela.
Entre los temas venezolanos que pudieran seleccionarse para una búsqueda especializada, pudiéramos incluir el de los impuestos inspirados en la protección ambiental - conocidos como el ecotax, que constituyen, en manos de las economías que desean apropiarse de nuestros recursos energéticos a bajo costo, unos verdaderos misiles de largo alcance, armados de una gran capacidad destructiva para nuestra economía. Hoy en día, para buscar cualquier información sobre el tema, se requiere disponer de horas para poder saltar como un canguro, de buscador en buscador, a fin de sacar con cucharilla algún material relevante.
El comercio internacional, la libre competencia, la actividad regulatoria del estado, la energía, la materia de derechos de autor y la protección ambiental en general también podrían ser áreas de interés a ser incluidas dentro de este Portal.
El Portal Venezuela permitiría igualmente hacer accesible una serie de información, que si bien es de gran importancia y relevancia para todo el país, sin embargo, hasta ahora, se ha mantenido como monopolio de pequeños grupos con conflictos de interés o clubes de mutua admiración, lo cual ha hecho que la participación venezolana en el mundo global, haya sido de naturaleza ilusa e infantil.
El éxito del Portal de Venezuela, dependerá en gran medida del interés que pueda despertar en el ciudadano común y del intercambio de opiniones multidisciplinarias, que con un interés nacional, pueda surgir.
Los avances logrados con Internet constituyen para los países en vías de desarrollo una oportunidad única de mejorar su posicionamiento en el desarrollo mundial. En Venezuela existen una gran cantidad de jóvenes profesionales muy capacitados para ser nuestros baquianos en ciberespacio. Lo lastimoso es que, en la medida de que todo ese talento se limite al desarrollo de aplicaciones secundarias, como las de proveer información sobre turnos de farmacia, es obvio que el Internet no habrá de significar, en términos relativos, absolutamente nada para el país.