El Ombudsman es un ente supuesto a ser un defensor de los derechos del ciudadano y en tal sentido debe ser totalmente independiente. Durante mucho tiempo he clamado por la creación en Venezuela del Ombudsman Petrolero. Por la importancia que esto tiene para el país corro el riesgo de ser tedioso. Para no enfrascarme en una discusión teórico histórica del significado del Ombudsman (como economista graduado en Suecia esto podría consumir todo el artículo) me limitaré a enumerar una serie de preguntas sobre petróleo y PDVSA que yo esperaría que este ente pudiese respondernos. Obvio debería contar con los recursos necesarios para cumplir con sus investigaciones.
Inicialmente la industria estaba organizada alrededor de varias empresas petroleras y que si bien significaban la duplicación de costos, mal que bien era una forma de tratar que los expertos se vigilaran los unos a los otros. La reciente reorganización de la industria ha de significar una total y absoluta centralización del poder. ¿Que medidas se han tomado para evitar los riesgos inherentes a una centralización?
Por cierto, en el momento que se le vendía al país el Plan de Reorganización se reportó al Congreso que este plan produciría ahorros por la cantidad de 2.000 Millones de dólares anuales. Que falta nos hacia en ese momento el arbitrio de un Ombudsman porque, para ofrecer un ahorro de esta magnitud como simple resultado de una reorganización, o el grado del despilfarro era absolutamente increíble (se debería haber mandado a cárcel a la mayoría de la Junta anterior) o simplemente se mentía sobre la posibilidad de ahorros.
La apertura petrolera se fundamento sobre el hecho de que la industria no tenía los recursos suficientes para acometer las inversiones curiosamente llamadas marginales. Los ingresos obtenidos no fueron otorgados a PDVSA para ser reinvertidos y terminaron dilapidados dentro del gasto público. Así mismo hemos visto que se le ha pedido a la industria tanto colaborar en la lucha contra la inflación (retrasando como cualquier maula los pagos a los proveedores) como endeudarse con fines claramente destinados a apoyar las finanzas públicas (los 1.800 millones de dólares en Mayo). Un Ombudsman podría analizar y explicarle al ciudadano común, quien por cierto es el verdadero accionista de PDVSA, si tal actuación es el resultado de unas presiones indebidas ejercidas por el Ejecutivo, o simplemente un encompinchamiento del Fisco y PDVSA.
El papel del Ombudsman tendría una inmensa significancia en todas las discusiones relacionadas con la fijación de los precios locales para la gasolina y sus derivados. Se están cubriendo los costos de producción etc., etc.? No se le debe exigir a la industria el pagar y darse el vuelto.
Existen una serie de preguntas operativas que de forma muy normal pueden inquietar al ciudadano y donde un Ombudsman por no tener conflictos de interés puede brindar respuestas mas calificadas y por lo tanto mas tranquilizadoras que las provistas por genéricas y seguramente muy costosas campañas publicitarias. Entre estas:
¿Obviamente no es responsabilidad de PDVSA construir hospitales y colegios pero, por qué invierte en ultramodernas estaciones de servicio? El sector privado puede acometer la totalidad de estas inversiones. De todas formas la participación de PDVSA en el mercado de la gasolina en Venezuela estaría garantizado ya que sería muy difícil que nos lleguen a meter un camello en el tanque.
Hoy algunos candidatos cuestionan por ejemplo la inversión de Venezuela en la red gasolinera de Citgo. Si bien a primera vista parecería ser una inversión superflua para un país necesitado de recursos también pudiese ser, por su rol de garantizar el acceso a los mercados, una inversión mucho mas importante que la que hacemos localmente para extraer petróleo del subsuelo. Que tema tan delicado y tan necesitado de un Ombudsman.
Vía prensa e Internet hemos observado a PDVSA cumplir funciones y efectuar gastos en una serie de actividades que no parecerían de su directa incumbencia. Ejemplos: Cuando tuvieron que asignar a oficinas de control cambiario a ejecutivos y en los que habrían invertido ingentes recursos en su formación profesional petrolera. El CEID una filial de PDVSA ofrece cursos de toda índole, como el de Consultoría en Organización, de 120 horas por Bs.1.212.000 mas IVA, y lo cual aparentaría ser una función del sector educativo venezolano. PDVSA pago 170 millones de Bs. por un estudio técnico para un puerto comercial en Caño Francés (Monagas) el cual no tiene absolutamente nada que ver con petróleo. No hay duda, un Ombudsman tendría trabajo.
¿De que si la industria cumple con sus responsabilidades con el medio ambiente? ¿De que si el plan de inversión de la Petroquímica solo reabrirá el recientemente tapado hueco de Sidor? ¿De que si la industria mostró ineptitud en el desarrollo de los posibles escenarios usados para proyectar los precios petroleros? ¿De que si la industria cumple con sus responsabilidades fiscales? ¿De que si abrimos el chorro petrolero y ganamos mercado para justificar las inversiones que se están haciendo?
Todas las preguntas anteriores tienen una mejor posibilidad de ser correctamente respondidas de existir un Ombudsman Petrolero que represente a los ciudadanos. ¿Que esperamos? Candidatos por favor háganlo parte de su verdadero compromiso electoral.
Publicado en Economía Hoy, 11 de Agosto de 1998