En julio de 2001, en un artículo en EL UNIVERSAL titulado "Hugo, yo y la revolución" escribí que "mientras algún venezolano se muera de hambre, no reciba una buena educación o un servicio de salud digno, mi revolución no contempla regalarle nadita a nadie - salvo, una cristiana solidaridad en emergencias". Así que, esa "Misión Regalos al Exterior" y del cual son igualmente responsables cada uno que ocupando una curul en la ilegítima Asamblea no la han protestado, es una afrenta a la nación.
Pero igualmente, dentro de nuestra propia nación, y así sea que por conveniencias particulares nos hagamos los locos, hay misiones locales completamente injustificadas, por ejemplo "Misión Gasolina Gratis" y "Misión Cupo-Cadivi".
Y con sólo saber que las tres misiones mencionadas son financiadas íntegramente con las resultas petroleras, basta y sobra para darnos cuenta lo tanto mejor que estaríamos si lo gastado se nos hubiese entregado en efectivo contante y sonante a cada ciudadano por igual.
Imagínense por ejemplo cuanto mejor le iría a esa familia a quien le resulta difícil completar el presupuesto mensual de alimentación, educación y salud, de poder cobrar un dinero en efectivo en lugar de necesitar un carro para cobrarlo en gasolina regalada.
Imagínense por ejemplo cuanto mejor le iría a esa posada familiar que busca brindar un servicio turístico nacional si no tuviese que competir con una Miami favorecida por los cupos de Cadivi que subsidian el costo de los viajes a Miami.
Añadámosle finalmente a lo anterior la "Misión Cargo Público Absurdo" y la "Misión Corrupción Sobreseída", ambas también financiadas con nuestras resultas petroleras y no debe resultar difícil para nadie comprender por donde tiene que ir el camino para construir una economía sostenible en nuestro país.
Se avecinan las elecciones parlamentarias y aun cuando detesto la candidaturitis que desata, por supuesto haré lo que debo hacer para ayudar a rescatar a la Asamblea de su actual estado de ilegitimidad. No obstante sencillamente no creo que si quienes se oponen al actual régimen lleguen a tener una mayoría que eso sirva para imprimir una mayor racionalidad económica a la nación, mientras las resultas petroleras siguen siendo administradas por el Petro-Estado… como tampoco las asambleas sirvieron para ello durante otros períodos de altos ingresos petroleros.
No, la verdad es que yo sigo confiando en que la chispa innata del venezolano, un día, le hará descubrir que es mentira lo que se le ha alimentado desde épocas de la colonia, eso de que el Estado o su cacique sabe más que él… y ese día sabrá reclamar sus resultas petroleras. De que aún falta para que lo anterior ocurra no cabe duda. Aún la mayoría de los venezolanos no logran entender que si le dan dinero en lugar de gasolina, ellos pueden comprar gasolina… o cualquier otra cosa.
Y aún tantos de los venezolanos no comprenden como son humillados y corrompidos por los cupos de Cadivi. Hay quienes en la vida tienen que dejarse humillar o corromperse para por necesidad lograr acceder a recursos que le pertenecen a otros, pero humillarnos y corrompernos por acceder a nuestras propias resultas petroleras… ¿no suena eso sencillamente tan a brutos?.. ¿no suena eso tan a súbditos rogando favores de su cacique feudal? Orgullosa y vibrante chispa venezolana… ¿dónde estás?
El Universal
Pero igualmente, dentro de nuestra propia nación, y así sea que por conveniencias particulares nos hagamos los locos, hay misiones locales completamente injustificadas, por ejemplo "Misión Gasolina Gratis" y "Misión Cupo-Cadivi".
Y con sólo saber que las tres misiones mencionadas son financiadas íntegramente con las resultas petroleras, basta y sobra para darnos cuenta lo tanto mejor que estaríamos si lo gastado se nos hubiese entregado en efectivo contante y sonante a cada ciudadano por igual.
Imagínense por ejemplo cuanto mejor le iría a esa familia a quien le resulta difícil completar el presupuesto mensual de alimentación, educación y salud, de poder cobrar un dinero en efectivo en lugar de necesitar un carro para cobrarlo en gasolina regalada.
Imagínense por ejemplo cuanto mejor le iría a esa posada familiar que busca brindar un servicio turístico nacional si no tuviese que competir con una Miami favorecida por los cupos de Cadivi que subsidian el costo de los viajes a Miami.
Añadámosle finalmente a lo anterior la "Misión Cargo Público Absurdo" y la "Misión Corrupción Sobreseída", ambas también financiadas con nuestras resultas petroleras y no debe resultar difícil para nadie comprender por donde tiene que ir el camino para construir una economía sostenible en nuestro país.
Se avecinan las elecciones parlamentarias y aun cuando detesto la candidaturitis que desata, por supuesto haré lo que debo hacer para ayudar a rescatar a la Asamblea de su actual estado de ilegitimidad. No obstante sencillamente no creo que si quienes se oponen al actual régimen lleguen a tener una mayoría que eso sirva para imprimir una mayor racionalidad económica a la nación, mientras las resultas petroleras siguen siendo administradas por el Petro-Estado… como tampoco las asambleas sirvieron para ello durante otros períodos de altos ingresos petroleros.
No, la verdad es que yo sigo confiando en que la chispa innata del venezolano, un día, le hará descubrir que es mentira lo que se le ha alimentado desde épocas de la colonia, eso de que el Estado o su cacique sabe más que él… y ese día sabrá reclamar sus resultas petroleras. De que aún falta para que lo anterior ocurra no cabe duda. Aún la mayoría de los venezolanos no logran entender que si le dan dinero en lugar de gasolina, ellos pueden comprar gasolina… o cualquier otra cosa.
Y aún tantos de los venezolanos no comprenden como son humillados y corrompidos por los cupos de Cadivi. Hay quienes en la vida tienen que dejarse humillar o corromperse para por necesidad lograr acceder a recursos que le pertenecen a otros, pero humillarnos y corrompernos por acceder a nuestras propias resultas petroleras… ¿no suena eso sencillamente tan a brutos?.. ¿no suena eso tan a súbditos rogando favores de su cacique feudal? Orgullosa y vibrante chispa venezolana… ¿dónde estás?
El Universal