agosto 30, 2001

¿Y... el ombudsman petrolero?

Parafraseando a alguien, diría que el petróleo es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de políticos y de tecnócratas petroleros. Por ello, considero que en la Ley de Hidrocarburos deberían incluir la supervisión ciudadana de la industria. 

Para maximizar nuestros ingresos petroleros requerimos, sin duda, de una OPEP fuerte, lo que excluye toda participación privada directa en las actividades primarias de exploración y extracción. No obstante, hay ocasiones en las que un defensor ciudadano, un Ombudsman Petrolero, capaz, independiente y con recursos, puede y debe arbitrar a favor de los intereses petroleros del ciudadano común. Veamos algunos ejemplos: 
Cuando nuestra industria petrolera se dividió en filiales, seguro que hubo duplicidad de costos, pero al menos presentíamos que se vigilaban entre sí. Ese modelo fue sustituido por un centralismo total, por lo que sería bueno saber, de alguien independiente, si esa reestructuración obedeció a criterios racionales o a simple apetito de poder. 
El proceso de la Apertura, por su parte, siempre me pareció un negociado entre unos tecnócratas con sus propias agendas y unos políticos ávidos de recursos fiscales. “Déjame ejecutar la Apertura, tú rebajas los impuestos a cobrar el día de mañana y, vía una subasta, te hago llegar un cheque grande para que lo gastes hoy”. ¿Qué hubiera dicho un Ombudsman al respecto? 
Se sospecha que para que las operaciones de CITGO lucieran mejor, se le vendía petróleo por debajo de su valor mercado. Algunos incluso sostienen que, para repatriar las ganancias ficticias, se firmó con los Estados Unidos el Convenio para evitar la doble tributación. Desconozco si será cierto o no, pero que exista la duda, ya de por sí es una vergüenza. 
El impuesto sobre la renta de PDVSA debería ser del 0% y sus utilidades repartidas vía dividendos, por cuanto no es lógico que una empresa estatal pueda reducir el costo efectivo de sus gastos, con ahorros impositivos obtenidos a costa de su único accionista. Ahora bien, por cuanto no se le debe permitir a PDVSA extraer petróleo cubriendo sólo los costos directos, sin que le quede nada a la Nación por sacrificar un activo no renovable, también son necesarias regalías, pero éstas, cuando no son flexibles, pueden imposibilitar la actividad misma. El manejo fiscal de PDVSA, con una Ley rígida y en condiciones de mercado cambiantes, siempre será imperfecto. Un Ombudsman, que influya en cuánto y cuándo debe repartir PDVSA, podría ser parte de la solución. 
¿Y quién no desea su presencia cuando, como sugiere la Ley, “... por circunstancias particulares ... podrá hacerse escogencia directa de las operadoras, previa aprobación del Consejo de Ministros”? Por no hablar de cuando a PDVSA la endeudan para pasarle fondos al Fisco o cuando la obligan a asistir al BCV en política cambiaria. 
En fin, el binomio: chequera de PDVSA y poder político del Ejecutivo es demasiado fuerte para que exista una real división de poderes en Venezuela, así que... ¡Soberano, exija su Ombudsman Petrolero ya!




agosto 22, 2001

El 486 ... ¡Ojo pelao!

El 486 ... ¡Ojo pelao!
La Decisión 486 de la Comunidad Andina estipula el régimen común en materia de propiedad intelectual. Quien crea que sólo regula una relación vecinal, debe leer el artículo 2, que establece “toda ventaja, favor, privilegio o inmunidad que se concede a los nacionales de la Comunidad Andina, se hará extensiva a los nacionales de cualquier miembro de la Organización Mundial de Comercio”. ¿Estábamos conscientes de las implicaciones del 486? ¿Habremos mandado a nuestro conserje a resolver un asuntillo con el del vecino y entre los dos nos hipotecaron ante el mundo?
Conserje alzado o negociador avezado. ¿Dónde habrá aprendido a defender los intereses de quienes, como nosotros, en esencia sólo somos usuarios de la propiedad intelectual? ¿Habrán acaso estudiado la materia en universidades de los países dueños del 99.9% de tales derechos? ¿Cuándo no se encuentran negociando a favor nuestro, estarán ejecutando cobros judiciales a favor de las empresas dueñas de tales derechos?
Buscaglia y Long, en un escrito sobre la política de los Estados Unidos en la materia, sostienen que “acuerdos regionales tales como el Mercosur, por juntar a países que buscan mejorar la protección intelectual con aquéllos que no, crean los incentivos para que estos últimos adopten reformas como parte del paquete comercial”.¿Entre Colombia y Venezuela – quién empujo a quién?
Nuestros negociadores nos presentan sus trofeos. El Art. 3 dice "la propiedad industrial se concederá salvaguardando y respetando su patrimonio biológico y genético, así como los conocimientos tradicionales de sus comunidades indígenas, afro-americanas o locales.” ¿Es acaso esto un quid pro quo razonable para que nosotros aceptemos respetar, bajo sus reglas, todas las propiedades intelectuales del mundo desarrollado? ¿Acaso no sabemos que de conseguir en nuestras selvas el agua de la juventud eterna, al día siguiente alguna multinacional comprará los derechos de ella, para luego revendérnosla, al eterno? ¿Otro triunfo? El Art. 23 dice “en las invenciones ocurridas bajo relación laboral, el empleador,... podrá ceder parte de los beneficios... a los empleados inventores” ¿Estaba esto prohibido?
Al otorgar una propiedad intelectual, básicamente se emite una licencia de monopolio, lo cual contradice la tesis que predica que en la competencia se encuentra el verdadero motor del desarrollo. Para resolver tal conflicto, se debe asegurar que el organismo que certifica los derechos intelectuales, en Venezuela el SAPI, sea calificado y tenga como contrapeso un ente encargado de evitar los abusos de una posición de dominio, en nuestro caso, Pro-Competencia.
Como Pro-Competencia, para hacerle frente al inmenso poder de los propietarios de los derechos intelectuales, sólo cuenta con un presupuesto anual de poco más de un millón de dólares, a todas luces insuficiente, hay que preguntar ¿a quién queremos engañar? 
En fin, con el 486 nos hemos comprometido a abandonar el arco y las flechas, para pelear la guerra económica con armas, que ni conocemos. Que Dios nos ampare.






agosto 16, 2001

¿Prestidigitador eléctrico yo?

¿Prestidigitador eléctrico yo?
La Real Academia define como prestidigitador a quien hace juego de manos, algo así como un mago. Recientemente, el Ing. Méndez Arocha, en el Universal del 9 de Agosto, me ha atribuido tal carácter, por usar “una prosa técnica engañosa” en el debate sobre las tarifas eléctricas. No sé que decir.... siempre creí que los magos eran otros.
Tradicionalmente, cuando la distribución eléctrica, un servicio público regulado y monopólico, estaba en manos de agentes privados, se la consideraba una inversión segura pero “poco sexy”, que atraía sólo los capitales adversos al riesgo, los de “las viuditas”.
Durante los últimos años hemos visto como en muchos países unos promotores han eliminado a las viuditas del sector, abriéndole espacio a capitales especulativos con altas expectativas de rendimiento, pero... en estrecha y armoniosa colaboración con los gobiernos ....¡eso sí lo llamo magia!.
El detonante del cambio ha sido el convencer a los gobiernos de turno, que la privatización de los activos eléctricos del Estado implicaría grandes ingresos fiscales, sin afectar de inmediato el bolsillo del elector. Obviamente, esto les pareció a los políticos como caído del cielo y, engolosinados, intuitivamente captaron que, para explotar el verdadero potencial del negocio y vender los cachivaches eléctricos al máximo precio, necesitaban ofrecerle al inversionista unas tarifas más altas.
Fue en ese momento cuando los discípulos de “Voldemort” cocinaron la poción metodológica eléctrica. Como ingredientes incluyeron: la sustitución del costo no depreciado, tradicionalmente usado para valorizar y compensar los activos de distribución, por el concepto del “Valor Nuevo de Reposición” (VNR) y la calificación como justa de una tasa netamente especulativa, como lo es la de Riesgo País.
Finalmente, sugieren que al servir tal poción se la adorne con la ficción de que lo obtenido en la subasta privatizadora, es pura ganancia para el país, ocultando así su naturaleza de no ser más que otra vulgar deuda pública, pagadera por el consumidor con tarifas eléctricas.
La poción es tan potente, que de no haberse perdido ya la oportunidad, hoy permitiría incluso sostener que parte de la solución al problema de Argentina sería mediante la venta de la red eléctrica de Buenos Aires a su VNR y que el usuario argentino pague tarifas con su actual riesgo país del 21%. ¡Ché ... y todo a media luz!
Exceptuando Margarita, donde por la usura del Estado el consumidor la está pagando bien cara, Venezuela se salvó en la raya. Apoyo firmemente a la inversión privada en la electricidad, pero les recuerdo que los 63 millones de dólares que pagó el inversionista por Seneca no fueron invertidos en la electricidad de la Isla, sino en el gasto burocrático de Caracas.
Nuestra Ley Eléctrica establece que al final de la concesión, los bienes revierten a su valor libros, pero Méndez Arocha sugiere que al calcular las tarifas se les reconozca un VNR, por lo que como usuario me pregunto ¿y quién se queda con la diferencia?.
Publicado en El Universal, Caracas, 16 de agosto de 2001


agosto 13, 2001

Momentos [Mementos] Turísticos

El solo levantar vuelo a Porlamar desata reflexiones. Sobrevolando Cubagua, ¡qué sitio más bueno!.. para montar la madre de todos los Sobreviviendo, colocando 10.000 ultra pro y 10.000 ultra contra chavistas y dejar que, desarmados, negocien un proyecto de islote. 
Aterrizo en el Internacional de Porlamar y especulo sobre el impacto que para Joe W. de Texas, fanático del turismo aventura, tendría una foto donde “Er Arcarde” le entregue, para su uso personal, un chaleco antibalas último modelo marca Cavim. 
En el aeropuerto confirmo que las tiendas tipo “duty free”, que en el mundo entero significan precios altos, quedan como camufladas y no destacan en una zona “free de duty” y me recuerdo haber propuesto gravar a “L’Aisla” con unos altísimos impuestos, para luego fomentar el turismo de evasión fiscal, reivindicando así su venerable tradición contrabandista. Para Hans de Hamburgo, no debe existir cabeza de antílope que pueda competir con un certificado de evasión fiscal emitido por la Cámara de Comercio. 
Y siguiendo la misma vena, imagínense la tímida y obediente Lisa de Birmingham, tomándose una foto “negociando con las autoridades”, con ese gordito de tránsito que siempre me paraba en el cruce de la Rómulo Gallegos con Los Ruices. 
Hans y Helga, los ambientalistas de Ámsterdam, recordarán sus protestas frente a las plantas eléctricas que queman petróleo, por culpa de los genios que prefieren atravesar la Gran Sabana con un tendido eléctrico, para venderle nuestra hidroelectricidad a Brasil, más barata de la que compramos a Colombia. 
Frank de Boston podrá visitar el museo del Miss Venezuela, que deberían construir y Moníque de Cannes, reconstruir su ego en Playa El Agua, notando que aún hay quienes no son indiferentes a sus descubiertos. 
Finalmente y como gran regalo de salida, todos encontrarán en su hotel, encuadernada en cuero, copia de la Gaceta Oficial del 15 de Julio de 1998, que contiene el Instructivo No. 1 para el Servidor Público, que entre otros, en el Artículo 19 obliga al uso del “Usted”, prohibiendo familiaridades, como “mi amor”. 
Hace tiempo leí la etiqueta de un refresco, que orgullosamente proclamaba “Garantizado 100% artificial” y aprendí acerca de la importancia de la actitud mental. Francamente, Margarita es demasiada Isla para seguir la mismita ruta que las demás del Caribe, donde ya, hasta en las franelas de souvenir podemos leer, “Diferente Isla ... misma mierd....”
Publicado en El Universal el 14 de Agosto de 2001





agosto 02, 2001

Ni un solo barril

Ni un solo barril

A menos de tres años de haber sido desnudados en público, nuevamente se oyen las voces de quienes insisten que Venezuela abandone la búsqueda de un precio razonable para su petróleo, aumente su producción y se entregue por completo a las fuerzas y que “del mercado”. Según ellos Venezuela estaría mejor vendiendo 4 millones de barriles no renovables a 10 dólares, que 2 millones a 20. Con tristeza y pena ajena, les recuerdo algunos hechos. 
El índice de los precios del crudo, en términos constantes, pasó de ser un 100% en 1980 a sólo un 18% en 1998. Una rebaja en los precios de tal magnitud debería haber producido un aumento en el uso del petróleo, sin embargo no ocurrió. El petróleo, que en 1980 representaba el 43% del consumo mundial de energía, para 1998 sólo constituía el 35%. La explicación la encontramos en unos impuestos discriminatorios, unos vulgares subsidios y abusos escudados en la política ambiental. 
En Europa y muchas otras partes se cobran impuestos de más del 500% a los derivados del petróleo, llevando el precio efectivo del barril a más de 150 dólares, por lo que cada día se vende menos. Una baja en los precios del crudo de seguro sólo significará que el fisco europeo aproveche para aumentar aún más sus ingresos. 
En España en 1998 el 37.9% de su electricidad se generaba con carbón y apenas el 3.5% con fuel oil y gas. El porqué, según sus propias autoridades, está en los subsidios que pagan a su carbón autóctono. Una baja en los precios del crudo no aumentará entonces su venta, si acaso, sólo obligará al aumento de los subsidios al carbón. 
En la Florida, esa tierra que tanto hemos beneficiado con nuestro “ta barato dame dos”, ya estaríamos vendiendo nuestra Orimulsión, de no haber sido por una mafia del carbón, que logró “convencer” a sus autoridades de que la Orimulsión era sucia y el carbón limpio. Para quienes alberguen ilusiones de cambio, lamento informarles que según la prensa de los Estados Unidos los carboneros, gracias a sus generosos apoyos electorales, están más fuertes que nunca. 
A quienes crean que los altísimos precios petroleros son los causantes de la recesión económica actual y que regalarle el petróleo al mundo le permitiría tomar la senda del crecimiento económico sostenible – POR FAVOR .... 
A quienes crean que todos nuestros problemas como Nación milagrosamente se resuelven privatizando el petróleo – que le prendan velas a otro santo. Ya en 1723, muchísimo antes del petróleo, José Oviedo y Baños, en la Historia de la Provincia de Venezuela decía que “Si su fertilidad estuviera acompañada por la aplicación de los moradores y se supieran aprovechar las conveniencias que ofrece, sería una de las provincias mejor abastecidas y ricas de América.” 
Para rescatar nuestro país, requerimos del entusiasmo por defenderlo, no por entregarlo, por lo que, si queremos diversificarnos del petróleo, hagámoslo – pero no sobre la base de regalarlo. Mientras no exista un mercado libre para el petróleo, en lugar de la banda, ... quizás, .... ni un sólo barril a menos de 30.